Por Juan Camilo Cardenas.
 

Por Juan Camilo Cardenas.

Se vino el agua. Y con el agua se vino cada inundación. Si a quien vive en Bogotá le ha molestado esta semana que se inunde la Avenida Boyacá, la 80, la 68 o la Séptima porque se taparon las alcantarillas, imagínese la “molestia” de los próximos meses de cientos de miles de habitantes de las partas bajas de las cuencas del Atrato, San Juan, Sinú, el Magdalena o la Costa Pacífica cuando tengamos suficientes milímetros de agua acumulada por el invierno y cada vez menos metros de profundidad de los ríos, lagunas, ciénagas y humedales para manejarla. De paso, la causa hidráulica de la inundación de la carrera Séptima o del Rio San Juan es la misma: sedimentos que vienen sin responsable individual pero con responsabilidad colectiva.

En el 2008 el alcalde del en el Chocó escribió . Con muy poco trabajo adicional se podría copiar&pegar el informe original, después reemplazar “2008” por “2010” y el alcalde actual podrá rápidamente hacer un diagnóstico de este nuevo invierno que le viene piernas arriba o dicho de mejor manera, río abajo y as{i rapidamente conseguir las ayudas que seguramente va a necesitar.

Si Usted queda tranquilo con la explicación de que los desastres “naturales” que vienen son inevitables dado que tenemos el fenómeno de El Niño, y que es una tragedia, y lo que hay que hacer es ayudarle a esa pobre gente con mercados y tejas, pare de leer aquí y pase a cualquier otro blog de LSV. Hay unos buenísimos!.

Para el resto, esperen las predecibles imágenes de casas con el agua al techo, o miren las fotos del reporte del Medio San Juan, con las canoas y familias trasteando el colchón y el televisor, y los mercados que están en camino gracias a la oficina de atención de desastres de turno. En el caso de la ciudad, que los ciudadanos hagan su parte. Probablemente podremos comprar mas aspiradoras gigantes como las que usa la EAAB en las alcantarillas para resolver el problema aquí en la ciudad. Pero de esas aspiradoras a poder dragar los ríos y humedales inundables que antes tenían la capacidad para manejar cuanto Niño o Niña vinieran, hay un largo y costoso trecho. La relación entre minería e inundaciones ha sido estudiada con detalle en otras partes del mundo. Algunos estudios como estos en , , en Wisconsin EEUU para el caso de , y un estudio para .

¿Alguien está haciendo las cuentas de la relación entre minería arriba y inundaciones abajo? ¿Entre los impuestos que pagan las industrias que sedimentan están incluidos los costos de sus acciones que sufren quienes viven cuenca abajo? Alguien debería comenzar las cuentas de lo que este nuevo invierno va a costar en pérdidas humanas, de viviendas, de cultivos y de atención de emergencias. Después hacemos una discusión de cómo repartir la cuenta entre los responsables.