¿Qué es La Silla Vacía?

La Silla Vacía es un medio de comunicación digital fundado en 2009 con el propósito de ofrecer el mejor periodismo independiente de Colombia, transparente, digital y sin barreras para quienes quieren participar activamente en la construcción de un mejor país. 

Más que cubrir la noticia del día y acudir a ruedas de prensa, nos centramos en aquellas historias que realmente describen cómo se ejerce el poder en Colombia: en los personajes que mueven los hilos del poder, en las estrategias para alcanzarlo y mantenerlo, en las ideas e intereses que subyacen las grandes decisiones del país. 

Creemos en el periodismo que está en el lugar donde suceden las cosas y que las puede contar porque estuvo allí o porque habló con los protagonistas; más que formular juicios buscamos provocar preguntas; más que simplificar las cosas buscamos complejizarlas; más que agradar a un gran público buscamos dar insumos para que quienes tienen influencia —en sus familias, amigos, estudiantes, comunidades, medios, empresas, organizaciones sociales o gobierno— tengan mejor criterio para comprender lo que sucede en Colombia y para incidir en su futuro; más que pertenecer al poder buscamos develar cómo opera y cómo afecta la vida de las personas; más que aliarnos con una facción política incluimos la mayor cantidad de perspectivas. Más que narrar eventos aislados encontramos conexiones entre los sucesos y los situamos en un contexto. La Silla Vacía se esfuerza por producir siempre contenidos de alta calidad, que enriquecen o ponen la conversación.

No nos comprometemos a mostrar todos los lados en un falso equilibrismo sino a reflejar la versión más cercana a la verdad porque sabemos que muchas veces una parte tiene más razón que otra.

No nos fijamos tanto en el mundo oficial y simbólico del poder como en el real. Nuestra prioridad son las acciones, no las declaraciones de los poderosos salvo para señalar sus globos. Este es un medio jalonado por la información conseguida a punta de reportería, no de filtraciones interesadas. En este medio los periodistas tienen una voz fuerte producto de su trabajo de investigación, no de su ideología o activismo. Nosotros creemos en averiguar los hechos y estos priman sobre nuestras posiciones personales respecto al gobierno, a los políticos o al poder en cuestión. En este medio nos apasiona la política. Y buscamos reflejar esa fascinación y curiosidad en nuestras historias. Tratamos de que sean tan interesantes como lo es hablar con los periodistas que las cubren.

Tratamos de comunicarles a nuestros lectores nuestras dudas, los vacíos de reportería que tenemos, lo que ignoramos y todo lo que sabemos. Rectificamos explícitamente cuando nos equivocamos. La transparencia es uno de nuestros principios rectores. Las opiniones de nuestros usuarios son tenidas en cuenta e informan nuestro trabajo porque además de constituirnos en una fuente primordial de información nuestro objetivo último es proveerles a aquellas personas interesadas en la vida pública una plataforma interesante de conversación acerca del presente y futuro del país.

La Silla está financiada por su comunidad de usuarios y por aliados estratégicos que valoran y respaldan su independencia.  El modelo de financiación de La Silla y sus procesos de reportería son transparentes, abiertos y disponibles para consulta por parte de la audiencia.

La Silla está comprometida con ser un laboratorio y a la vez un ejemplo de buen periodismo digital y garantizará una experiencia genuinamente digital: móvil y nativa en redes sociales.

Nuestro principio rector es “Sabemos lo que contamos y contamos lo que sabemos”. Por eso, nunca publicamos historias de una sola fuente o información sin verificar. Y, sin importar qué tan cercanas son las personas de las que escribimos, nuestro compromiso es contar toda la información que disponemos. 

También creemos en la transparencia radical, en tratar a todas nuestras fuentes con el mismo respeto, en el trato horizontal y justo tanto al interior de La Silla como hacia afuera, y en el valor de la innovación.

FINANCIACIÓN

— Así comenzó La Silla

La Silla Vacía nació con una inversión de Juanita León y su familia, capital con el que en enero de 2009 se constituyó Blogósfera Producciones, una Sociedad por Acciones Simplificada que es la dueña de la marca La Silla Vacía. 

— Nuestros socios

Juanita León es la dueña del 85% de La Silla Vacía. Su primo, Nicolás Acosta, el ingeniero de sistemas que diseñó la parte tecnológica de la página y que trabaja en una empresa de inteligencia artificial en Silicon Valley, tiene el 5%. Finalmente, tenemos un 10% de las acciones en reserva —donadas por Marcelo León, uno de los socios fundadores de La Silla hasta antes de morir en 2021— con el fin de dar incentivos para retener el talento clave de La Silla Vacía.

— Origen de nuestros recursos

En 2022, el 41 por ciento de nuestros ingresos vinieron de proyectos de cooperación internacional con las siguientes fundaciones: 50 por ciento de USAID; 23 por ciento de la Embajada Británica; 16 por ciento de FORD Foundation; y otro 11 por ciento entre IFCN, DAR y Google.

Otro 31 por ciento lo obtuvimos de proyectos de factchecking principalmente haciendo verificaciones para redes sociales como Facebook (82 por ciento), WhatsApp (10 por ciento) y Kwai (8 por ciento).  

Otro 28 por ciento lo obtuvimos de proyectos comerciales: 6 por ciento de nuestros aliados que hacen posible la Red de Expertos ; 7 por ciento de eventos y cursos; 6 por ciento de nuestras universidades aliadas de La Silla Académica; 4 por ciento de los aportes de nuestros SúperAmigos; 3 por ciento de alianzas para desarrollar especiales de contenido y 1 por ciento de podcasts (Huevos Revueltos con Política). Solo un 1 por ciento proviene de publicidad en banners (pauta).  

La Silla no vende publireportajes ni hace especiales de contenido patrocinado ni vende pauta al Estado, salvo para campañas pedagógicas como la del sitio de votación de la Registraduría en época de elecciones.

Creemos en la diversificación de nuestros ingresos para mantener nuestra sostenibilidad, por eso trabajamos en total con más de 15 organizaciones de diferentes sectores en 2022. A continuación podrá ver a los aliados con los que hicimos eventos, talleres y especiales editoriales como el Tarjetón Electoral para las elecciones del 2022 o el Cupibot, un chatbot para redes sociales que arroja afinidades entre los propuestos planes de gobierno  de los diversos candidatos y las personas que lo consultan.

Esta diversificación también garantiza nuestra independencia. No aceptamos ningún tipo de aportes o pauta por parte de campañas políticas o políticos, porque entendemos que este hecho puede afectar nuestra transparencia, ni regalos de ninguna fuente. Tampoco tenemos ningún contrato con el Estado.

En el 2022, los ingresos totales de la Silla Vacía fueron $4.094.040.572

— Como invertimos nuestros ingresos

El trabajo periodístico de La Silla consume tiempo y recursos. Nuestro principal costo en 2022 fueron nuestros 45 empleados y 8 practicantes que representaron un 70 por ciento de los egresos. Adicionalmente, nuestros costos de honorarios y servicios, incluídos los costos del mantenimiento de nuestra página son un 12 por ciento. Finalmente, los costos fijos y administrativos (arriendo oficina, servicios públicos, seguros, depreciaciones) son un 10 por ciento. Los gastos de transporte, entre los cuales están los que hacemos para nuestras investigaciones en terreno, representan un 2 por ciento. El restante 6 por ciento lo pagamos en impuestos y otros gastos.

Si quiere conocer nuestro Balance General y Estado de Resultados haga clic acá.

También puede ver nuestro Certificado de Representación y Existencia. Para conocer la composición accionaria de la empresa, ver acta.

POLÍTICA DE CORRECCIONES

La Silla Vacía está abierta a revisar cualquier posible error o inexactitud. Por lo tanto, reaccionamos ante cualquier petición o advertencia, formal o no, sobre cualquier presunto error, solicitud de corrección, aclaración o rectificación que nos envíen al correo administrativo@lasillavacia.com.

Una vez que nos enteramos de una solicitud o advertencia, cotejamos el posible error con lo que publicamos. De ser necesario, acudimos a las fuentes de la información que publicamos, para contrastar la información, y buscamos fuentes adicionales que nos ayuden a comprobar el punto específico.

Con esta información adicional definimos si es necesario modificar, corregir, aclarar o rectificar nuestra pieza.

Si encontramos que requiere una pequeña aclaración o corrección, modificamos el texto original y añadimos al final de la historia una nota del editor en la que explicamos lo que sucedió, nuestra decisión y el cambio, para que nuestra información sea completa y transparente.

Si encontramos que se requiere el ajuste de un elemento esencial de nuestra historia original, creamos una nueva publicación que rectifica, se disculpa por el error y explica todo el proceso, así como la información nueva y correcta. También modificamos la pieza original, incluyendo su título, indicando que se ha rectificado e inclumos un hipervínculo a la pieza nueva y correcta.

Si nuestra conclusión es que no hay que cambiar nada y hay una solicitud formal para rectificar, incluimos una nota del editor en la que explicamos nuestra investigación, seguida por el motivo de nuestra decisión y un hipervínculo a la solicitud y nuestra respuesta, para que nuestros usuarios también puedan conocerla.

En casos excepcionales, cuando se ha suscitado un debate sobre una pieza de La Silla Vacía, Juanita León, nuestra directora ha escrito una entrada en su blog, explicando nuestra posición sobre el tema.

La audiencia de La Silla Vacía

La Silla Vacía tiene varias audiencias. En 2022, la página tuvo un promedio de 700 mil usuarios únicos al mes. Más del 50 por ciento tienen entre 25 y 64 años. Un 35 por ciento de la gente que nos lee está en Bogotá, y en la lista sigue Antioquia con el 11%, el Caribe y Valle del Cauca. El porcentaje de nuestros usuarios es similar tanto para hombres (49%) como mujeres (51%).

En Instagram, cerramos 2022 con 440 mil seguidores. Más del 50% de nuestros seguidores en Instagram son mujeres. Un 28% de la gente que ve nuestras publicaciones en Instagram están ubicados en Bogotá, y en la lista siguen Antioquia con el 9%, Valle del Cauca y Atlántico.

En Facebook, 430 mil seguidores. Aproximadamente el 60% de nuestros seguidores en Facebook son hombres. Un 35% de la gente que ve nuestras publicaciones en Instagram están ubicados en Bogotá, y en la lista sigue Antioquia con el 8%, Valle del Cauca y Atlántico.

En Twitter, terminamos el 2022 con 1,4 millones de seguidores. Y TikTok con 160 mil seguidores. Aproximadamente el 60% de nuestros seguidores en TikTok son hombres. El 96% de nuestros seguidores están ubicados en Colombia, y le siguen Estados Unidos y España.

Los Súperamigos de la Silla

Nuestros usuarios son nuestra prioridad, y entre ellos, los Súperamigos son los más importantes. Son aquellos usuarios que pagan una membresía para apoyar nuestro periodismo independiente y para acceder a cafés virtuales con los periodistas de La Silla para entender temas concretos o para hacer paseos o visitas a museos o sitios interesantes organizados por La Silla. También tienen descuentos especiales en nuestros cursos y eventos.

Las secciones de La Silla Vacía

Red de Expertos: Es una plataforma de construcción colectiva de conocimiento, de difusión de la información de más de 300 expertos sobre diversos temas organizados en redes (ambiental, paz, rural, Venezuela, educación, temás étnicos) y nuestra plataforma de debate informado. La Red de Expertos tiene aliados que patrocinan cada una de las redes.

Todos los miembros de la Red de Expertos están ahí por invitación de La Silla Vacía por la experticia que tienen en los temas de la red. Si alguien cree que debería ser miembro nos puede escribir a dgarzon@lasillavacia.com y nosotros decidimos si cumple los requisitos para meterlo.

La Silla Académica: en esta sección traducimos periodísticamente el conocimiento producido por las universidades suscritas. Como parte del servicio que les ofrecemos, le hacemos publicidad contextual a las reseñas de los libros e investigaciones que producen las universidades sobre los temas que trata La Silla y escogemos a lo largo del año de suscripción diez de ellas que consideramos pueden ayudar a entender mejor los temas de la coyuntura y entrevistamos a sus autores o las usamos como base para historias que publicamos. Si es una universidad con producción propia de conocimiento y le interesa suscribirse a La Silla Académica escríbale a cgarzon@lasillavacia.com.

La Silla Cursos: en esta sección puede consultar los cursos virtuales y presenciales que produce La Silla Vacía. Uno de los más insignes es el Curso de Inmersión en Colombia, un curso presencial de un año que dictamos en el Cesa y que le permite al estudiante tener una visión de 360 grados sobre el país a partir de charlas con los tomadores de decisión y los expertos en los temas.  También ofrecemos un curso completo sobre periodismo digital, entre otros.

Quién es Quién: Es la base de datos más completa que existe sobre las personas que tienen poder o que lo han tenido en Colombia desde que creamos La Silla Vacía y sus conexiones con otros poderosos.  La Silla escoge de manera autónoma los personajes que reseña en esta sección según su importancia en la vida nacional y no recibe recomendaciones externas.

La Silla Podcast: es nuestra unidad de podcast que produce:

  • Huevos revueltos con Política: es un podcast diario de 8 minutos sobre la coyuntura 
  • Dejavú: Luis Guillermo Vélez y  Alejandro Lloreda analizan cada 15 días la historia detrás de la coyuntura política.
  • El futuro del futuro: en dos temporadas analizó cómo cambiará el mundo en el que vivimos a partir de las voces de expertos de todo el continente.
  • El país de los milenials: El exmagistrado Manuel José Cepeda y Juanita León recorren las grandes transformaciones que trajo la Constitución del 91.
  • On the Record: cuenta historias de poder a través de las voces de sus protagonistas.

El Detector de mentiras: en esta sección, verificamos la veracidad de declaraciones de poderosos.

PREGUNTAS FRECUENTES

— ¿Por qué Juanita León decidió crear La Silla Vacía?

Por varias razones. A nivel personal, quería ser independiente. Poder ser responsable de cada cosa que se decía en su medio y no poder quejarse sino de sí misma.  También quería demostrar que era posible hacer periodismo independiente y sostenible en Colombia.

A nivel profesional, quería crear un medio que contara cómo se ejerce el poder en Colombia. Parte del privilegio de tener poder en este país es que puedes escoger qué se dice sobre ti, cómo y cuándo se dice o qué se calla y León sentía que tenía el suficiente acceso al poder pero también la suficiente independencia frente a él para contar cómo funcionaba por dentro y contribuir así a que los colombianos entendieran mejor en qué país viven.

Quería que La Silla Vacía se convirtiera en una plataforma de información y de debate para la gente más contemporánea de Colombia, entendiendo por contemporánea aquellos que creen en los valores de la Constitución de 1991. Y a la vez en un laboratorio para el periodismo del futuro.

— ¿Por qué se llama La Silla Vacía?

Juanita y Olga Lucía Lozano, quien la acompañó en la creación de La Silla, querían un nombre que tuviera una alusión política pero que generara suficiente curiosidad para quienes no eran fanáticos de la política y que, además, estuviera disponible en Godaddy.com (donde se compran las URLs).

La “silla vacía” tiene esa connotación política por la silla que no ocupó el entonces jefe guerrillero ‘Tirofijo’ en la inauguración de los diálogos de paz del Caguán y porque así se llamó la ley de reforma política que pretendía que los congresistas que fueran acusados de vínculos con paramilitares o guerrilleros perdieran su curul. Pero lo que las decidió fue una marcha que hicieron los indígenas por la Panamericana para encontrarse con Álvaro Uribe. Caminaron durante días y como cuando llegaron al punto de encuentro el presidente no llegó, le dejaron la silla vacía. Concluyeron entonces que en Colombia, el poder casi siempre pasa por una silla vacía.

Le apostaron a resignificar ese concepto y jugar con la idea de que en La Silla Vacía hay un puesto para ser ocupado por un mejor periodismo, por un ciudadano más interesado en su país. Aunque en sus inicios muchos pensaron que se trataba de un negocio de muebles, al final, el nombre nos ha funcionado.

— ¿Cuál es la filiación política de La Silla Vacía?

La Silla Vacía no está afiliada políticamente con ningún partido ni ideología, aunque eso no quiere decir que los periodistas individualmente no tengan sus preferencias políticas. Pero tratamos de hacer reportería en contra de nuestros prejuicios y preferencias para filtrar esos sesgos. Con lo que sí estamos alineados como faro ideológico es con la Constitución de 1991. Creemos en la Nación y el Estado que quedaron plasmados allí como ideal: un Estado social de derecho laico, garantista de una carta de derechos y con contrapesos claros. También creemos en una Nación multicultural y diversa donde los colombianos puedan aspirar a realizar sus sueños sin que importe la cuna en la que nacieron.

— ¿Por qué La Silla Vacía suele ser tan crítica del gobierno?

Partimos del supuesto de que el periodismo debe ser un contrapeso al poder. En esa medida, tratamos de dedicar nuestros esfuerzos a contar las historias que, más que halagar al poder, lo controlan.

— ¿Cómo define la independencia del periodismo que hacen?

Nuestra definición de independencia está encapsulada en el lema que asumimos como guía: “contamos todo lo que sabemos y sabemos todo lo que contamos”. Esto significa que solo escribimos aquello que estamos seguros de que es verdad y que una vez lo investigamos lo publicamos así afecte la relación con nuestras fuente, nuestros amigos o incluso gente que admiramos. La independencia es tener esta capacidad de contar lo que sabemos.

Para ello ayuda que este medio no depende para existir de ninguna fuente específica de ingresos, y que ni la dueña ni su familia tienen negocios con el Estado, aspiraciones políticas, amigos poderosos que no estén dispuestos a perder ni ningún sueño diferente a hacer la diferencia en el periodismo colombiano.

— ¿Cuál es el siguiente paso para La Silla Vacía?

La Silla Vacía está siempre en constante evolución. Hace tres años decidimos desjerarquizar la página web y producir contenidos para las redes sociales y eso revolucionó nuestro trabajo y multiplicó por cuatro su audiencia. En 2023, incursionamos en boletines. Y estamos explorando la inteligencia artificial para ver dónde nos lleva. A nivel temático, estamos reforzando nuestro cubrimiento de temas ambientales y de transición energética.

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