Durante los últimos años y bajo la coordinación del Instituto Nacional de Salud (INS), las autoridades sanitarias del país vienen operando un sistema de vigilancia de la calidad del agua que suministran los acueductos. Para tal efecto analizan regularmente muestras que deben ser tomadas en las redes de distribución del acueducto, antes de entrar a las casas, en setecientos municipios y ciudades del país. Según un informe del INS, en el año 2010 dos terceras partes de estas poblaciones reportaron en promedio una calidad de agua con algún riesgo para la salud humana. Y 215 de ellas (más del 30%) reportaron promedios de calidad con alto riesgo o con calidad sanitariamente inviable para consumo humano. Por otra parte, según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios entre 2009 y 2010 el 36% de las muestras reportadas presentó niveles de coliformes totales por encima de los sanitariamente aceptables; y la cuarta parte del total de muestras reportó niveles inaceptables de la mortal bacteria E. Coli.
Esta delicada situación no es exclusiva de los pequeños y medianos municipios. Como se observa en la tabla adjunta, el agua que tomamos en casi todas las capitales genera también diversos niveles de riesgo para la salud de las personas.
Ciudades como Manizales e Ibagué presentan una frecuencia extrema de reportes con niveles inaceptables de coliformes totales y en particular de E. Coli: entre el 55 y el 60 por ciento de las muestras por encima de los límites aceptados. Le siguen en nivel de riesgo Pasto y Villavicencio, con más de la cuarta parte de las muestras con niveles no aceptados de E. Coli; y luego ciudades como Bogotá, Cali, Valledupar, Pereira y Bucaramanga con niveles inaceptables de esta bacteria en un rango entre el 7 y el 9 por ciento de las muestras reportadas.
En Bogotá, por ejemplo, para algo más de 8.700 muestras analizadas durante tres años y medio, más de 1.300 presentaron coliformes totales y más de 800 E. Coli por encima de los límites aceptados. Resaltan en contraste Cúcuta, Barranquilla, Montería y Medellín, ciudades en donde todas o casi todas las muestras reportadas están dentro de los niveles aceptables de estas bacterias.
¿Qué están haciendo las empresas de acueducto para subsanar este alto riesgo que afecta a una amplia mayoría de la población del país? ¿Qué están haciendo las corporaciones autónomas regionales y las autoridades municipales para evitar que las fuentes de los acueductos sigan dedicadas a la ganadería, una de las principales fuentes de E. Coli?