Tengo poca experiencia en medios de comunicación y por eso me es útil para saber qué terreno piso hacer comparaciones con entornos más familiares, sobre todo en el momento de las evaluaciones. En varias dimensiones una comunidad virtual como la Silla Vacía tiene similitudes con el entorno universitario, y más específicamente con el de los seminarios. Aún bajo ese esquema horizontal y por definición no autoritario hay ciertas reglas que hacen viable el diálogo y el debate y que en este foro virtual se podrían formalizar más. El ejercicio de comparar el foro de la Silla Vacía con las discusiones en una universidad es útil para plantear algunas preguntas que permitan refinar las reglas que faciliten y estimulen el debate.
(Lo siento, salió demasiado largo. Lo partí en secciones que se pueden leer separadamente. La gráfica es un buen resumen global)
LAS PREGUNTAS DIFICILES
¿Por qué la Silla trata al comentarista como un cliente tan especial?
El activismo anónimo y la libertad de expresión
¿Qué aporta el debate entre una minoría de comentaristas a la mayoría de los lectores?
LAS FÁCILES
¿Por qué no pude mejorar mis ilustraciones?
¿Me fuí de LSV porque me censuraron, alteraron o impidieron publicar un post?
¿Por qué renuncié a defender el piropo?
¿Seminarios reales o foros virtuales?
¿Por qué no acepto las disculpas y empiezo a escribir de nuevo en la Silla ya?