Por: Juan Carlos Espinosa

Por: Juan Carlos Espinosa

En las últimas semanas, el debate en torno a la creación de un área protegida o la construcción de un puerto en Bahía Málaga – en el Pacífico colombiano – ha revivido la ya trillada discusión entre conservación y desarrollo. Lo curioso de este caso es que quien tiene frenado el proceso de declaratoria del área protegida no es el Ministro de Transporte o las entidades de dicho sector; es el Ministro de Ambiente. Las comunidades negras de la zona ya avalaron la declaratoria en la consulta previa, la Academia de Ciencias ya dio concepto positivo, el Ministerio de Transporte y el DNP ya han manifestado que el gobierno no promoverá un puerto en Bahía Málaga, Parques Nacionales ya tiene lista la resolución… pero el Ministro no la ha firmado aún. Todo porque un grupo de empresarios del Valle se empecina en el proyecto portuario.

Colombia claramente requiere más y mejores vías y una mejor y más eficiente logística portuaria. Eso no está en duda, ni siquiera para los ambientalistas. Sin embargo, también es evidente la necesidad de preservar la riqueza y diversidad natural y cultural de nuestro país para las generaciones futuras. Hasta los más desarrollistas estarían de acuerdo con esta afirmación. Nuestro modelo de desarrollo deberá conciliar estos dos objetivos aparentemente excluyentes. Desde la óptica del ordenamiento ambiental del territorio y la planificación sectorial, esto implica la identificación de zonas específicas para la construcción de los megaproyectos que se estimen convenientes (con sus inevitables impactos ambientales), pero también una apuesta clara de país por la designación de áreas intangibles para cualquier tipo de intervención a gran escala.

Esta tarea ya se hizo para el subsector portuario del país. Por un lado, la política ambiental costera y oceánica dividió los litorales Caribe y Pacífico en Unidades Ambientales Costeras y Oceánicas (UACO) según sus características ecosistémicas. Y por otro lado, el Estudio de Ordenamiento Físico, Ambiental y Portuario de los Litorales Colombianos – comisionado recientemente por el Ministerio de Transporte – zonificó los litorales según su aptitud portuaria y restricción ambiental, a partir de las UACOs. En el caso de la UACO Complejo Málaga-Buenaventura, allí “conviven” una zona de aptitud portuaria (la bahía de Buenaventura) y una zona de máxima restricción ambiental (la adyacente Bahía de Málaga). Esta zonificación sentó a su vez las bases para formular el Plan Integral de Ordenamiento Portuario y el Conpes 3611 de Expansión Portuaria 2009-2011, documentos en los que ya no se hace mención al proyecto portuario de Bahía Málaga. La apuesta del sector es por Buenaventura.

A pesar de ello, los empresarios del Valle continúan argumentando que un Parque Nacional en Bahía Málaga limitaría gravemente el desarrollo portuario del país en un futuro. Su principal argumento es la insuficiente profundidad del canal de acceso a la bahía de Buenaventura, que no permite la llegada de buques de gran calado. Sin embargo, esta falencia, perfectamente subsanable con el dragado que ya ha sido previsto para los próximos años, no ha sido vista como un impedimento por las entidades del sector transporte que buscan consolidar en la bahía de Buenaventura un hub de actividad portuaria y logística de carácter internacional, ni por compañías navieras multinacionales que ya han invertido en la construcción de dos puertos al interior de dicha bahía.

En una reciente entrevista con El Espectador, el Ministro de Ambiente Carlos Costa, manifestó que no quería tomar decisiones de manera atropellada ni que afectaran a determinado sector. Ni lo uno ni lo otro: por un lado, información, análisis y estudios hay de sobra tanto para justificar la declaratoria del Parque Nacional en Bahía Málaga como para descartar el proyecto portuario. Y por otro lado, esta declaratoria no irá en detrimento de un sector. El sector ya planificó y priorizó… y no priorizó Bahía Málaga. La declaratoria puede que vaya en contra de algunos intereses particulares, y es así como debería entenderse este debate. Aquí no se está debatiendo entre conservación y desarrollo, se está debatiendo entre la ambición de unos cuantos y la conservación de una de las áreas de mayor riqueza ecosistémica del Chocó Biogeográfico. Ministro Costa, no se deje enredar… es hora de actuar.

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1.  Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares de Colombia. Política Nacional Ambiental para el Desarrollo Sostenible de los Espacios Oceánicos y las Zonas Costeras e Insulares de Colombia.