Decía un ex Alcalde de la capital que si para arreglar un problema de la ciudad era necesario incrementar las utilidades de los dueños del negocio que lo generaba, era loable autorizarles mayor utilidades en uno nuevo a proponerles. Ese es el caso de Transmilenio y el transporte público de pasajeros de la capital colombiana. Hace no más una década éste era caóticamente administrado por unos señores, a los que para que dejaran ordenar la ciudad se les ofreció un mejor negocio: Transmilenio.
Hoy sin embargo, Bogotá enfrenta y padece ese nuevo pero ineficiente y nada amable sistema, que no logró extenderse a la totalidad de la ciudad, y que tampoco logró deshacerse del antiguo. Es decir que aún subsisten y de qué manera circulan por la ciudad, miles de buses destartalados haciéndole competencia a ese paradigma de eficiencia, titulo con el que nos fue vendido Transmilenio. (Al punto que para salir del pasado y violento tropel en las troncales de la ciudad fruto de la ya cansada paciencia de los bogotanos, el alcalde mayor autoriza a los conductores de los desbarajustados y mal olientes buses, irrumpir en las sagradas líneas de Transmilenio: vaya paradoja!!)
Pero lo cierto es que Transmilenio no funciona ya. Ha llegado a su límite y no se vislumbran salidas. Y en esto le cabe responsabilidad no sólo al actual Alcalde, por cuanto a la fecha no conocemos de sus propuestas de pronta solución a la crisis de movilidad de la ciudad, su principal problema.
También son responsables y de qué manera los anteriores alcaldes de la ciudad, empezando por Peñalosa, siguiendo por Mockus y Garzón. El primero debería contarnos, por ejemplo, de la génesis y diseño del sistema, de sus proyecciones de demanda y de las utilidades de los actores, del fracaso de la infraestructura vial para su operación. Los restantes, acerca de las razones por las cuales no suprimieron los buses viejos de la ciudad, por qué no ampliaron la red y la oferta de transporte a los barrios marginales de la capital, y dejaron que la competencia debilitara al nuevo sistema.
Bueno, pero si todos esos ex Alcaldes hace no más que un ratico eran todos del partido Verde!!
Pues entonces lo que tenemos que hacer es llamar a cuentas al Partido Verde por su desastroso manejo al tema de transporte de la ciudad. ¡!Cabildo abierto al Partido Verde y a sus ex Alcaldes!!
Adenda. ¿Será que la nueva Veedora de la ciudad se atreve a convocar el Cabildo? Bueno, ella también era del Partido. Entonces, ¿quién podrá ayudarnos?