¿Cree usted que Samper pretendió verdaderamente suicidarse alguna vez?
Creo no equivocarme al pretender adivinar las palabras con las que el encomendero del señor ex Presidente, hace ya muchos años, demandaba, la voz entrecortada, al farmaceuta: ¡un veneno para Samper, por favor! Porque no creo que un Presidente disponga en su botiquín de Palacio de una dosis de estos medicamentos.
Y es que según relataba él mismo, Samper, para la época de su mandato y antes de su viaje, se metió en el bolsillo una pastilla de cianuro por si la DEA, los que tratan de atrapar a los narcotraficantes en el mundo, lo detenían por allá en el aeropuerto de USA, con todo ese cuento del proceso 8.000.
Pero, y para nuestra fortuna, no fue así. Porque nos hubiéramos quedado sin saber a ciencia cierta, si a su campaña ingresaron recursos de los narcos. El mismo se encargaría después, y ayer insiste, en confirmárnoslo.
Ahora que el hijo de los Rodríguez Orejuela, los del cartel de Cali que con dos de los más poderosos grupos económicos del país cofinanciaron su campaña, acaba de confesar que también ellos financiaron su absolución en el Congreso, ¿qué va a hacer Samper? ¿Qué va a hacer Serpa cuando confiesan que con él también se reunieron? ¿Qué será de ellos? ¿Llegará Serpa a ser presidente del senado por el partido liberal? ¿Será Samper de nuevo embajador en España? ¿Qué va a hacer el partido liberal?
Para nuestra fortuna, de nuevo, Ernesto, como bien lo sabemos hasta la saciedad, no utilizó la pastillita. ¿La habrá guardado desde entonces y para estos momentos? ¿La tendrá en custodia Horacio? ¿Alguno de sus Ministros de entonces? ¿Se la habrá robado un anónimo, como la declaración de Santiago Medina?
Qué curioso: semejante noticia es apenas reseñada, y de tímida e indirecta manera, por aquellos medios de comunicación cuyos dueños para entonces, hoy los mismos, cofinanciaron la campaña de Samper. Qué curioso.
Adenda: estuve tentado a no compartir estas reflexiones en público, pero fue el periodista Antonio Morales, en su programa en Canal Capital de esta mañana quien me ayudó a tomar la decisión. Le oí de viva voz que este tema de Samper, en tanto no contaba ya con protagonistas como el ex embajador gringo Frechet, o Medina el tesorero de Samper, por encontrarse ya muerto, no era de interés.
Discrepo de ese sentir. De tal suerte que entonces si no hay circo no hay noticia. ¿Será ese el tratamiento que le dan en el Canal al seriado de los años 80? ¿A lo de Palacio de justicia y a los magistrados e inocentes inmolados? ¿Será que de esa manera, al cabo de los años, tendremos que olvidarnos también de los paramilitares y de sus hoy orondos jefes también? Es justamente por eso que todos esos fatídicos personajes se reciclan una y otra vez.
A pesar de eso, intentaré seguir sintonizando ese Primer Café tempranero de Canal Capital en Bogotá. A pesar de eso.
Y claro, qué mamera seguir hablando de Samper. Y de Serpa. Pero toca.