Como el fin del año siempre es un buen momento para los balances, este es el de La Silla.
La semana antepasada, Laura pidió un domicilio de una hamburguesa a Pilón, un local en Chapinero. Cuando llegó el domiciliario, estaba feliz de llegar a la oficina porque era un lector asiduo de La Silla. En esa misma semana, viajé a Hispania, un pueblo enclavado en las montañas de Antioquia, y el alcalde también era fan de este medio. El 2014 fue el año en el que le llegamos a un público más amplio y esa es una de nuestras grandes satisfacciones.
Las elecciones representaron un hito para nosotros no solo porque superamos la meta de los 500 mil usuarios únicos sino porque logramos poner en práctica en un solo lugar mucho de lo que llevabamos tratando de inventarnos en los años anteriores, tanto en los cubrimientos en vivo como en el uso de base de datos y la interacción con los usuarios.
También llevamos a otro nivel el periodismo de datos, que fue una de nuestras metas y cumplimos nuestra promesa de cubrir las elecciones más desde las regiones que desde nuestros escritorios en Bogotá.
El otro logro grande que tuvimos fue desarrollar La Silla Minera, como una experiencia piloto de crear mini-sites más especializados, lo que nos abrió un camino para otros que lanzaremos en el 2015.
En el lado más administrativo, que no ven los usuarios pero que es clave, por fin logramos escribir un plan de negocios de verdad a cuatro años y pensar en una estrategia de financiación que nos ayude a subsistir en el futuro y que a la vez ayude a mejorar la experiencia de los usuarios. Se trata de La Silla Llena, nuestro gran proyecto para el 2015 y que conocerán en enero.
También fue muy importante que este año La Silla cada vez me necesitó menos (pude tomar vacaciones y no abrir la página ni un día), y eso es clave para cualquier organización. El trabajo arduo de nuestros bloguers, de Héctor Riveros y de los participantes en la Movida nos ayudó a que la página estuviera siempre viva con cosas interesantes. Pero nada se compara con el esfuerzo de nuestro equipo, que es el mismo ya desde hace dos años, y que nunca bajó la guardia durante todo el año. Todos nos merecemos ahora un descanso.
Pero lo que más feliz nos hizo fue sentir el apoyo de nuestros usuarios, a través de sus mensajes y a través de la generosidad de nuestros Súper Amigos.
Terminamos el año agotados y felices. La Silla seguirá publicando una historia al día hasta el 13 de enero cuando volveremos recargados para un año que será muy emocionante con elecciones locales y posiblemente la firma del Acuerdo de Paz.