La Silla está entrando en la pubertad. Y eso tiene a muchos usuarios confundidos.
Dicen que cada año de un medio digital se cuenta en años de perro. Quizás es una exageración, pero a juzgar por la experiencia de La Silla, cada año digital equivale a por lo menos dos humanos. Lo digo porque este medio está entrando en la pubertad.
En los últimos meses ha crecido más que en todos los años anteriores juntos. Como al adolescente que se le agranda demasiado la nariz y a veces los papás no lo reconocen, la explosión de todo tipo de sillas en el 2015 –desde La Caribe hasta la La Silla Llena- tiene a muchos usuarios confundidos.
“¿Qué son esa cantidad de sillas que estás lanzando?”, me preguntó hace poco una de mis mejores amigas. Y una de nuestras usuarias más antiguas me escribió diciendo que añoraba La Silla naranja de hace un par de años, donde se sentía como en casa teniendo discusiones con otros lectores tan asiduos como ella. Incluso, nuestros economistas blogueros, a quienes nunca quisieramos perder, se sienten un poco confundidos con la irrupción de La Silla Llena.
Ahora nos damos cuenta que cometimos un error y terminamos lanzando muchos proyectos a la vez sin darle el suficiente tiempo a cada uno para encontrar su lugar entre los usuarios. Pero a veces pasa así con los proyectos: piensas que uno de ellos lo vas a tener listo en seis meses y se demora nueve y termina pisandole la cola al siguiente que ya tienes listo para salir. En fin. A partir de ahora entraremos en la fase de adaptarnos a nuestro nuevo cuerpo. Y este escrito busca explicarles quiénes somos ahora.
La transformación más grande que hemos tenido es el lanzamiento de La Silla Llena, que fue posible gracias a los aportes de nuestros usuarios en la campaña de Súper Amigos de 2013.
La Silla Llena es “el alter ego” de La Silla Vacía, como lo definió Olga Lucía, la inventora de esta nueva plataforma.
Si La Silla Vacía es el lugar para encontrar el contenido que produce nuestro equipo y nuestros colaboradores más cercanos, La Silla Llena es el lugar donde los usuarios pueden interactuar directamente con las personas que tienen la mejor información sobre los temas clave del poder nacional: el liderazgo, el proceso de paz, la minería, la educación, los temas rurales, los temas de género, el futuro de Bogotá y próximamente, los temas ambientales y el arte nacional. Los miembros de cada una de esas redes ahora pueden poner a circular lo que saben sin la intermediación de un periodista.
Nuestra idea no es que todos los que leen La Silla Vacía ahora lean todo el contenido producido por estos expertos en todas las redes de La Silla Llena. Les tomaría todo el día. La idea es que cada uno encuentre el ‘cuartico’ de esta nueva casa en donde se sienta cómodo y que desde allí pueda interactuar con aquellos miembros de La Silla Llena que les interese.
El que está obsesionado por los temas urbanos, no se debería perder el debate que se da en La Silla Cachaca. Si está ávido de saber más y participar en discusiones alrededor del proceso de paz, La Silla de la Paz y la Silla Rural le van a dar más insumos que todos los medios tradicionales juntos. En La Silla Líder podrán conocer más a fondo la visión de los líderes de este país y escuchar los martes los “almuerzos” en donde ellos debaten sobre temas tan diversos como la política del fútbol o la revolución de los animales. Los que extrañan los temas ambientales en La Silla próximamente tendrán su lugar de debate.
Guardadas las proporciones, La Silla Llena es una red como Twitter, sin tener que hacer el esfuerzo de limpiar entre cientos de conversaciones para encontrar un debate realmente de calidad.
La Silla Llena todavía está en su fase inicial y le estamos haciendo varios ajustes. Por ejemplo, que al que sigue a un miembro, le llegue una notificación cuando produce algo nuevo. Que cada usuario pueda personalizar su página de La Silla Llena para que solo le aparezca el contenido de las redes en las que está interesado, etc. Que los usuarios puedan comunicarse entre sí privadamente a través de la página.
También es un proceso de aprendizaje colectivo. Una de las cosas que nos ha sorprendido en este par de meses que llevamos al aire es que a la gente le cuesta trabajo construir sobre el argumento del otro. Cada experto prefiere publicar su propia entrada y rara vez se atreve a discutir con sus pares los puntos que plantean.
Mi ilusión (y puede resultar siendo solo eso) es que La Silla Llena se convierta en un auténtico proyecto colectivo que de un ejemplo de cómo personas de espectros ideológicos y orígenes sociales muy diferentes pueden dialogar de manera civilizada y construir conocimiento entre todos.
Mi invitación, entonces, es a que visiten esta plataforma y vean si encuentran un sofa cómodo. De pronto no vuelven a salir de ahí.
Otras elongaciones
Además de La Silla Llena, hemos crecido en otras direcciones. Hemos decidido abrirnos a las regiones, y comenzamos con La Silla Caribe, que busca contar cómo se mueve el poder en la Costa. Solo en mayo, el tráfico proveniente de los ocho departamentos del Caribe aumentó en más de un 30 por ciento. En julio, y solo durante el período de elecciones, abriremos La Silla Santander. Muy pronto podremos decir que La Silla dejó de ser cachaca.
Nuestro equipo en La Costa está produciendo historias todos los días sobre lo que ocurre allí. Algunas de ellas las publicamos al tiempo en La Silla Vacía y otras, más locales, solo salen por La Caribe. O sea, que si usted tiene un especial interés en la Costa, no se debería perder ese sitio. Si no, siga leyendo solo La Silla Vacía.
En marzo lanzamos otro proyecto, que es uno de los que más me ha gustado de todos los que hemos hecho en estos seis años. Se llama Crimen y Castigo.
Durante un año nos hemos propuesto cubrir todos los homicidios que ocurren en la localidad de Suba, en Bogotá. Nuestra aspiración es que a través de este site, a los usuarios de La Silla Vacía les comience a preocupar que en Colombia tanta gente muera violentamente porque sí. Porque se emborrachó, porque se puso celoso, porque se peleó con el papá, porque le robaron el celular. Por eso han muerto este año 32 personas.
En Crimen y Castigo, cada muerto tiene una historia y la mayoría tienen una cara. Es también nuestra incursión en la crónica literaria roja, en otra forma de abordar el periodismo judicial. Vale la pena entrar y conocerlo. Pero duele.
Por último, están los sites temáticos que son una fase más evolucionada de nuestros hilos temáticos.
En La Silla Blanca recopilamos toda información relevante sobre el proceso de paz. No solo están allí archivadas las historias que escribimos sobre lo que sucede en conexión con La Habana sino que también montamos una base de datos contextual de los acuerdos logrados hasta ahora con las Farc (Ahora que escribo esto me doy cuenta que nos falta montar el último sobre la Comisión de la Verdad. Lo haremos el martes). Tenemos un ‘traductor’ para los que quieren entender mejor las diferencias en los discursos de los guerrilleros y el gobierno. La cronología del proceso. Y varios espacios para que los usuarios manifiesten sus emociones al respecto.
En La Silla Electoral agrupamos toda la información que tiene que ver con las elecciones. No solo están allí las historias de la campaña, sino también las posiciones de los candidatos a las principales alcaldías del país sobre los temás más candentes. Con los días iremos montando los ‘tarjetones electorales’ con información de los candidatos a alcaldías, gobernaciones y concejos de por lo menos diez ciudades y departamentos. Están agrupadas las principales encuestas electorales y también encontrarán varios espacios para jugar con la información electoral.
Si leyendo La Silla Blanca quedará mejor informado sobre el proceso de paz, en La Silla Electoral podrá encontrar insumos para votar mejor en octubre.
Por este año no vamos a lanzar más sitios, salvo un par de redes más. Nos concentraremos ahora en consolidar nuestra nueva personalidad y en ayudar a nuestros usuarios a comprender y a gozarse nuestra algo traumática entrada en el mundo adulto.
Gracias por su curiosidad. Si tienen alguna pregunta o comentario, trataré de responderle a todos.