Hace un año, en este blog escribimos los para La Silla Vacía y nos fijamos como prioridades cubrir las elecciones regionales y locales; analizar las principales reformas impulsadas por Santos, sobre todo la Ley de Víctimas; cubrir el impacto social y ambiental de la minería; y hacerle seguimiento a la forma cómo el gobierno enfrentaría la tragedia invernal.

En la evaluación de final de año sentimos que uno de nuestros mayores logros fue haber cubierto las elecciones regionales y locales en profundidad y desde las regiones y los municipios en un esfuerzo por ‘desbogotanizar’ la Silla.

Con los twitteros regionales que contratamos, logramos hacerle un seguimiento en tiempo real a las movidas de poder preelectoral en seis regiones además de Bogotá. Y pudimos denunciar el pulso que se llevó a cabo entre los mafiosos que querían conservar su poder y los que aspiraban a tener unos gobiernos más decentes en sus regiones. Como resultado de eso, nuestro tráfico creció un 19 por ciento en Antioquia, 43 por ciento en los Llanos, 35 por ciento en Santanderes y 31 por ciento en el Eje Cafetero y región Caribe 22 por ciento.

En la contienda bogotana, también anticipamos muchas noticias. Fuimos los primeros en contar que Gina Parody y Mockus se lanzarían como candidatos; que Peñalosa estaba buscando el apoyo de Uribe; que JJ Rendón entraría a apoyar al candidato Verde; que Mockus y Gina estaban fraguando una alianza; tuvimos la primera entrevista con Petro, etc.

En cuanto a las reformas de Santos, cubrimos las más importantes, pero la que nos llena de orgullo fue la de la Ley de Víctimas. También nos convertimos en una referencia importante para entender la transformación de Colombia en un país minero y las implicaciones que esto tiene sobre todo para las comunidades afrocolombianas e indígenas. Con menos profundidad, abordamos el lado político de la tragedia invernal.

Los dilemas

Durante el cubrimiento de estos temas tuvimos dilemas grandes. Por ejemplo, ¿Cómo cubrir lo que sucede en las regiones sin aburrir a nuestros lectores en Bogotá, donde sigue estando la mayor parte de la audiencia? Yo estoy convencida de que muchos de los grandes procesos políticos relevantes de Colombia tienen su origen en la periferia y no en el centro de Bogotá y por eso creo que fue importante seguir lo que estaba sucediendo en algunos municipios, sobre todo lo relacionado con la bacrim política. Si los periodistas hubieramos cubierto con más dedicación y anticipación lo que se estaba fraguando en las regiones, quizás la parapolítica no hubiera cogido tanta fuerza.

El otro dilema tiene que ver con las víctimas. En La Silla consideramos que la aplicación de esta Ley podría ser lo más revolucionario del gobierno de Santos pero que si genera una frustración podría convertirse en un bumerán para el país. Por eso hemos tratado de cubrirla desde sus aspectos macros hasta los más micros como la elección del personero en Carmen de Bolívar. Pero es un tema que definitivamente no es ‘taquillero’ con la mayoría de nuestros usuarios. Casi inevitablemente las historias que tienen que ver con víctimas (ya sea de los falsos positivos, de los paramilitares o la guerrilla o incluso del invierno) tienen el tráfico más bajo de todas las historias. Si una de Uribe tiene seis mil vistas, una de víctimas no supera las dos mil.

Es posible que nos equivoquemos en los enfoques, o en los formatos narrativos. O más seguramente, que por más chéveres que sean los usuarios de La Silla no son tan diferentes del resto de colombianos en cuanto a que no quieren enfrentar o saber mucho más de las víctimas. O quizás a la mayoría lo que más les interesa es la política y no vienen a La Silla para leer de otros temas. En todo caso, en la disyuntiva entre darle visibilidad a este proceso histórico o tener más tráfico nos hemos decidido por lo primero.

Hay otras reflexiones menos gruesas y quizás más permanentes. Por ejemplo, el énfasis en denunciar lo que no funciona en la vida pública fortalece la tendencia que ya tenemos los colombianos a creer que todo en este país es un desastre. Y eso no ayuda a que deje de serlo. Pero las pocas historias positivas que hemos hecho suenan a publireportajes.

También hay una reflexión acerca de la minería. Definitivamente Colombia necesita tener fuentes de ingresos para hacer las inversiones sociales que requiere. Y si hay una montaña llena de oro rodeada por gente con necesidades alguien la va a explotar. Mejor que la explotación se haga de acuerdo a estándares internacionales. Pero al mismo tiempo, que un país como Colombia con la mayor diversidad del mundo termine viviendo de la minería, plantea un debate público amplio sobre las implicaciones ambientales y sociales de esta ‘locomotora’. Satanizarla no ayudará al debate pero hay que abrir la discusión.

Los planes del 2012

Finalmente, para este año, los retos que se ha planteado la Silla son otros, pero son una continuación del anterior. Nuestras prioridades este año son también cuatro.

Nos proponemos cubrir en detalle los conflictos en el uso del territorio por la aplicación de la ley deVíctimas, que posiblemente chocará con los proyectos agroindustriales planeados por el gobierno y los megaproyectos energéticos y mineros.

El seguimiento a la aplicación de la Ley de Víctimas será la otra prioridad: intentaremos visibilizar a los líderes de las víctimas, explicar los principales obstáculos para la aplicación de la ley y sonar las alertas tempranas sobre lo que podría hacerla inocua, denunciar las estrategias de los tenedores de mala fe y sus aliados legales e ilegales para bloquear la aplicación de la ley.

El tercer proyecto tiene que ver con el seguimiento a las nuevas alcaldías, sobre todo aquellas en las que los alcaldes se enfrentan a la oposición de mafias complicadas: Bogotá, Magangué, Santa Marta, Yumbo, Cali y Medellín, para citar las más importantes.

Y agregaremos un nuevo ‘hilo temático’, que será todo un reto: cubrir la intersección entre el sector público y el privado, en lo que tiene que ver con la preparación para el TLC y los grandes negocios del Estado. Creemos que en general los privados cuentan con muy poquito seguimiento independiente. Trataremos de abrir campo en esa área.

Fuera de estos temas, seguiremos cubriendo las movidas políticas nacionales, las investigaciones judiciales más importantes, los casos de corrupción y las principales historias de poder en los medios.

A nivel interno en La Silla, así como el año pasado creamos la sección del Quien es Quien y modificamos la de Usuarios, este año esperamos repotenciar la participación de los usuarios y comenzar a explorar el fascinante mundo de la información en bruto y las bases de datos. Sobre eso, reflexionaremos después. En el próximo también anunciaremos los nuevos bloggers que llegan este año.

Por ahora, empezamos el 2012 con mucho entusiasmo e ilusión, felices de contar cada vez con más usuarios, con un debate cada vez más constructivo y con cientos de historias por contar.  Bienvenidas sus sugerencias.
 

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...