“Soy mediático por naturaleza” con estas palabras se defendió el senador Benedetti de los malos ojos uribistas, luego de los regaños y amenazas de ser sancionado por haber publicado en la red Twitter información de reuniones a puertas cerradas.
“Soy mediático por naturaleza” con estas palabras se defendió el senador Benedetti de los malos ojos uribistas, luego de los regaños y amenazas de ser sancionado por haber publicado en la red Twitter información de reuniones a puertas cerradas.
http://www.eltiempo.com/colombia/politica/aunque-la-u-busca-amonestarlo-por-utilizar-twitter-benedetti-mantiene-su-ofensiva-en-la-red_5689987-1
¿Esencialmente mediático?, ¿un maquiavelito cibernético?, ¿símbolo de las democracias de opinión?. Lo cierto es que la política y su mediatización han cambiado bastante:
1. Los políticos son las vedettes de temporadas/elecciones.
2. Los espacios de discusión pública son cada vez menos los Congresos y más los grandes medios y las nuevas redes en Internet.
3. Los medios son un arma de doble filo para la guerra de los políticos-vedettes. Cuando se es gobierno y los medios son favorables todo marcha viento en popa, cuando las críticas aparecen los divorcios y las guerras mediáticas son garrafales.
4. Los tiempos en que la política se hacía bajo la lealtad a las ideas ha pasado. ¡Habitamos la democracia cínica!
En esta política del espectáculo melodramático, los ciudadanos hemos perdido en contenidos, en ideologías coherentes, en proyectos… hay que soñar que también podemos ganar si castigamos a estos políticos cínicos… ¿Cómo? Haciéndoles mala fama, evitando que sean votados, logrando que los medios y periodistas no sean más “medios útiles” para estos cinismos. ¿Cómo los castigamos?