Hace un par de horas el senador Jorge Robledo expuso de forma clara y convincente las razones por las cuáles el programa de Agro Ingreso Seguro está pensado para concentrar la riqueza en el campo. Los datos y las cifras por él mostradas no podían ser más reveladoras.
Hace un par de horas el senador Jorge Robledo expuso de forma clara y convincente las razones por las cuáles el programa de Agro Ingreso Seguro está pensado para concentrar la riqueza en el campo. Los datos y las cifras por él mostradas no podían ser más reveladoras.
El senador Robledo empezó mostrando por qué la política agraria del gobierno Uribe ha sido un total fracaso: índices preocupantes de pobreza e indigencia, salarios por debajo del mínimo, disminución en la productividad del campo, aumento en las hectáreas importadas.
Posteriormente el senador se encargó de mostrar con varios ejemplos la forma como las cifras han sido manipuladas, magnificadas y amañadas. Insistió en que las 316000 operaciones que AIS ha realizado no son tantas como parece, que después de preguntar por la veracidad de las cifras el ministerio corrige y modifica los listados de forma exagerada, y de cómo los medianos productores no tienen nada de medianos.
Finalmente la exposición se tornó a demostrar de forma desagregada según los distintos componentes del programa AIS la concentración de los recursos. Si bien el énfasis se ha puesto en los subsidios para distritos de riegos, en los casos de los Incentivos para Capitalización Rural y los créditos a tasas bajas, la concentración es mucho más preocupante.
En el entretanto, el ministro Andrés Fernández chateaba con su blackberry, se reía y comparía pasabocas con el ministro Oscar Iván Zuluaga. No se vio ni un esferito, ni un pedacito de papel para anotar los argumentos de Robledo. Puede que sea su estilo confiado, pero de algun modo se anticipó a lo que vendría después.
La gente en las barras empezó a aplaudir y hacer bulla y el presidente del senado, Javier Cáceres, solicitó que hicieran silencio o sino serían expulsados. Un minuto después mandó a llamar a un coronel para hacer efectiva la expulsión, se fue el sonido y cuando volvió, la sesión se levantó.
Sin duda la inaudita suspensión de la sesión dejó el sabor de hacerle el favor al ministro para que preparara bien su defensa. El ministro Andrés Fernández debe estar en este momento revisando punto por punto los argumentos de Robledo, quien mostró sus mejores fichas y le hicieron conejo. Lo de las barras fue una estrategia muy burda de un básico “pago por ver”.
Me pregunto si durante la aprobación del referendo reeleccionista, o de algún otro proyecto de ley con bendición presidencial, el presidente del senado se mostró tan irritado con la bulla del recinto. No creo.
Silvia Otero Bahamón – Cinep