Hace 6 años el Procurador opinaba que la Corte Penal Internacional era una monstrosidad legal. Por estos días anuncia que la Corte Penal podría intervenir en Colombia. Un texto del 2007 demuestra que el Procurador usa la máscara del derecho internacional de los derechos humanos para oponerse al proceso de paz, pero realmente es pura hipocresía. 

“La Corte Penal Internacional podría intervenir en Colombia”, dijo enfáticamente el Procurador en el encuentro de la Corte Constitucional en Medellín en septiembre pasado (ver discurso completa a partir de minuto 20 en este enlace). El Procurador habla como todo un activista de derechos humanos con mucha fe en el derecho internacional de los derechos humanos. Es un entusiasta de última hora del derecho penal internacional y el derecho internacional humanitario. Nos amenaza con el fuego de la Corte Penal Internacional si osamos dar pasos hacia la paz.

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Cuando el Procurador habla sobre el derecho internacional se le siente la voz fingida y su pasado revela el rostro del inquisidor. Los griegos usaban la palabra “hipócrita” (Del lat. cristiano hypocr?ta, y este del gr. ?????????) para referirse a los actores que pretenden, fingen o exageran. Alejandro Ordóñez es el gran hipócrita del derecho internacional de los derechos humanos y usa a la Corte Penal Internacional en su actuación contra la paz (Rodrigo Uprimny escribió una columna sobre la selectividad el Procurador en relación a los derechos humanos, ver aquí).

En una compilación de sus “opúsculos” publicada en el 2007, puede leerse la opinión del Procurador sobre la Corte Penal Internacional la cual recibe toda clase de rayos y centellas del jurista ultramontano (Todas las citas tomadas de Ordóñez Maldonado, Alejandro (2007). El nuevo derecho, el nuevo orden mundial y la revolución cultural. Bogotá: Ediciones Doctrina y Ley. En el libro pueden leer más sobre la doctrina del Procurador sobre el derecho internacional). 

Sobre el Tribunal Penal Internacional, o lo que hoy conocemos como Corte Penal Internacional, (en los textos citado como TPI), el Procurador decía en 2007, citando a Patricio Randle: 

En el discurso que pronunció en Medellín el septiembre pasado, Alejandro Ordóñez afirmaba con fiereza la “subsidiariedad y la complementariedad” de la Corte Penal Internacional frente al caso colombiano. Solamente hace seis años, decía con la misma fiereza sobre la complementariedad  de la Corte: 

Dice el Procurador enmascarado que los responsable de conductas violatorias de derechos humanos deben ser investigados y sancionados por el Estado. Hace seis años, Alejandro sin máscara decía: 

La Corte Penal Internacional, según Ordóñez, versión 2007, es una especie de gran Leviatán o un Gran Hermano (ojo con el tono apocalíptico de las cadenas)

El Procurador, versión 2013, cita a diestra y siniestra los Convenios de Ginebra y a la Cruz Roja Internacional, pero antes los consideraba inútiles: 

Todos estos mecanismos de derecho internacional según Ordóñez –el de antes y tal vez el de ahora­– debilitan a los Estados y trasladan el poder a las ONG y a la burocracia internacional.

Hoy, el Procurador actúa como el mejor amigo de Navy Pillay, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Hace sólo algunos años, insultaba a la  burocracia transnacional que convierte en derecho cualquier aberración como el derecho al matrimonio homosexual, la libertad sexual, el aborto, la equidad sexual, el placer sexual, la expresión sexual y emocional, la libre asociación sexual, la autonomía reproductiva, y los múltiples modelos de familia:

Según Ordóñez, la Corte Penal Internacional será la garantía del pensamiento único y allí lo llevarán a él y a todos los que propagan el odio:

A pesar de ser un rebelde de antaño, hoy el Procurador se inclina ante el derecho internacional y dice que los tratados son fuente de obligaciones internacionales, lo cual entra en flagrante contradicción con su opinión jurídica de hace seis años: 

El Procurador simplemente usa la máscara de la Corte Penal Internacional para ocultar su verdadero rostro. Hace seis años, Ordóñez maldecía  contra la Corte Penal Internacional y la calificaba de monstruosidad legal y un peligro para la civilización cristiana. Hoy, el Procurador es un animador de que la Corte Penal actúe.

El Procurador seguirá usando el derecho internacional como un código de hierro para obstaculizar el proceso de paz. No nos tome por tontos señor Procurador. Aquellos que hemos defendido el derecho internacional de los derechos humanos desde siempre y para todos los seres humanos (incluyendo a las mujeres, los gays y a las lesbianas), sabemos que usted es un sepulcro blanqueado y un enemigo de la paz. Incluso el evangelio habla contra usted:

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad”. Mateo 23:27-28.