Un colapso de la economía venezolana y de parte de su estructura política y social, parece ser cuestión de tiempo. El problema es que en Colombia nadie parece estar pensando en las consecuencias que ello puede implicar. Por ejemplo, una emergencia humanitaria, donde miles de habitantes del vecino país crucen hacia Colombia.
Un colapso de la economía venezolana y de parte de su estructura política y social, parece ser cuestión de tiempo. El problema es que en Colombia nadie parece estar pensando en las consecuencias que ello puede implicar. Por ejemplo, una emergencia humanitaria, donde miles de habitantes del vecino país crucen hacia Colombia.
Nuestra frontera es de 2.200 km y según cifras del Instituto de Nacional de Estadística de Venezuela, actualmente 695.000 colombianos residen allí. Sólo como parámetro de comparación, la frontera entre Siria y Turquía es de 822 kilómetros y en septiembre del 2014, 130 mil personas cruzaron la frontera en carácter de refugiados.
Las autoridades colombianas registran un aumento del 548% en las cédulas expedidas a venezolanos en los últimos 7 años y sólo en 2014 ingresaron 290 mil como visitantes a nuestro país.
En los años 70, se dice que más de 1 millón de colombianos se fueron a vivir a Venezuela y en términos generales fueron bien recibidos y acogidos. Debemos empezar a prepararnos para una posible emergencia humanitaria donde volúmenes superiores a las 100 mil personas crucen la frontera buscando refugio en nuestro país.
Espero que en ese momento, las voces que hoy piden mayor solidaridad con el pueblo venezolano, no recurran a argumentos nacionalistas para rechazar a los refugiados y sean los primeros en la campaña para ayudarlos y brindarles protección.