Duque cayó en la trampa que tendió el Dane y se quedó con la cifra de trece ciudades en las que hubo una pequeña disminución del desempleo. Mientras los medios registraban un nuevo aumento del desempleo el Presidente celebraba la buena noticia.
El Dane publicó las cifras de desempleo correspondientes al primer mes del 2020, lo hizo destacando una cifra parcial para esconder la verdaderamente importante, la que se ha repetido mes a mes desde que Duque está en la Presidencia: que el desempleo volvió a subir y esta vez en un porcentaje importante.
Esta vez el desempleo fue de 13 %, superior al 12,8 % registrado enero del 2019. Es la cifra más alta desde 2011, sin embargo, el Presidente celebró las cifras.
Duque cayó en la trampa que tendió el Dane y se quedó con la cifra de trece ciudades en las que hubo una pequeña disminución del desempleo que el departamento de estadística destacó en las presentaciones, eso lo llevó a protagonizar el raro episodio en el que mientras los medios registraban un nuevo aumento del desempleo el Presidente celebraba la buena noticia.
“Hay una buena noticia para los colombianos: el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer hoy cifras de empleo, y hemos visto que en las 13 principales ciudades del país, en el mes de enero, registramos la menor tasa de desempleo en un mes de enero de los últimos 5 años”, dijo el mandatario en declaraciones a la prensa, al momento de resaltar que “esa es una noticia que muestra que se está activando esa recuperación del mercado laboral”.
La gente que había visto la mala noticia, la del aumento del desempleo, quedó, entonces, desconcertada. Cualquier registro periodístico decía lo contrario de lo que decía el Presidente, a quien sus asesores lo habían puesto a decir lo contrario de lo que ocurre en la realidad con lo que, no solo no engaña a nadie, como imagino fue la intención de quien le dio la versión equivocada, sino que aumenta la percepción de que está desconectado y que ve un país distinto al real.
Ya algo parecido había pasado y en forma más ruidosa con la respuesta al informe del comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos, quien había llamado la atención, entre otros, por el asesinato de líderes sociales y de excombatientes, las masacres, así como por abusos policiales en las movilizaciones de Noviembre. El Presidente descalificó el trabajo y negó el hecho, cuyas cifras coinciden con las oficiales.
Que hubo un deterioro en la situación de derechos humano en 2019 es un hecho innegable y, sin embargo, Duque parece desconocerlo, lo cual es aún más grave porque indica que no están haciendo nada para tratar de corregir la situación, así como ya el Ministro de Hacienda había dicho que en el Gobierno no entendían porqué crecía el desempleo. Ahora es peor porque el Presidente cree que está disminuyendo cuando en realidad está en niveles históricos por lo altos.
La versión que dio los corresponsales extranjeros de las afirmaciones presidenciales en la reunión que tuvieron con el Jefe del Estado y que fue analizada en detalle por La Silla, mostró que el Presidente ve una cosa distinta de lo que ve la gente, lo cual además se reafirmó el jueves en la tarde que se publicó la encuesta de la firma Gallup que mide la favorabilidad presidencial y el nivel de apoyo ciudadano a algunas de las políticas públicas. El Gobierno se rajó en prácticamente todo.
Lo preocupante es saber si el Presidente sabe de la estrategia de comunicaciones del Gobierno y es solo entonces un eslabón de la cadena de comunicaciones que no resulta fiable para los ciudadanos o si, por el contrario, es una víctima de sus asesores que le ocultan información y, como pareciera que ocurrió ayer, le entregan incluso la versión sesgada de la noticia, él confía en que es la información correcta, la celebra y después la defiende con vehemencia.
Si fuera lo segundo sería importante que alguien le dijera al Presidente que su política económica está fracasando en materia de empleo, que no es cierto que se esté quebrando la tendencia, que el dato es más preocupante de lo que parece porque además hay menos gente buscando empleo, o bien porque desistieron o porque la estadística tiene alguna falla, que el impacto de los venezolanos es comprobadamente marginal, tanto que donde más venezolanos hay es donde mejores cifras se registran.
Pero, en realidad, parece que es lo primero: el Presidente sabe cuál es la realidad, pero cree que puede confundir a la ciudadanía con información falsa o sesgada, sin embargo, la estrategia no ha producido el efecto buscado porque ayer la información fue que el desempleo había crecido y no como quería el gobierno que los medios dijeran que había bajado.
En este caso en particular, lo grave es que el Dane, que por cumplir la tarea que cumple debería presentar la información en forma plana, sin interpretaciones tendenciosas, lo convirtieron también en un instrumento de propaganda oficial y entonces presenta las cifras en forma amañada, el comunicado de prensa destaca un resultado que no es el importante y trata de producir un efecto que no logra y que, en cambio, desprestigia las estadísticas oficiales.
No sé cuál de las hipótesis es peor, pero me voy a quedar con la de que al Presidente lo engañan y que como en tantas historias de los que rodean a quien ejerce el poder le hacen ver una realidad distinta a la que padecen los ciudadanos. Con esta idea, podemos confiar en que en algún momento, alguien le diga al Presidente que está repitiendo mentiras.