Once años han sido suficientes para que Hugo Chávez haya sumido a Venezuela a en una gran crisis nacional. El país más rico de América Latina, hoy se parece Haití en muchos aspectos: El sector productivo ya no es productivo; no produce nada y todo lo que se consume es importado. La renta petrolera cae, y lo que queda se regala a Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, se lo roban, o simplemente se usa para movilizar la supuesta masa roja que apoya a Chávez a regañadientes y por miedo a la represión. Los derechos humanos son la cenicienta del país; los medios de comunicación cerrados o autocensurados, los presos políticos, los exiliados y los inhabilitados sin razón, son pan de cada día y la censura internacional no le hace ni cosquillas al gobierno. La corrupción, la falta de inversión y la improvisación tienen al país al borde de un colapso energético. Las instituciones del Estado perdieron el norte, y hoy sólo son instrumentos que Chávez usa para defender su maldito propósito de mantenerse indefinidamente como único mandamás, como el mesías de Venezuela y de los países del tercer mundo.
Se dice que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, y Venezuela no se escapa de esa sentencia. Entonces, por qué el pueblo venezolano se sigue calando esta situación? Por qué en este país pasa de todo, y no pasa nada?
No me cabe duda de que la situación venezolana es insostenible. Tampoco dudo de que el sueño de Chávez de tener un país amordazado, de convertir un país consumista en comunista, de controlar absolutamente todo con una cuerda de ineptos y corruptos y el liderazgo perenne y exclusivo de un comandante bipolar, es imposible de mantener. Lo que nadie sabe, es cuándo, ni cómo el país va a tocar fondo y esa insostenibilidad va a tomar forma.
Lo cierto es que aunque sobran factores de poder que odian a Chávez, cada uno de ellos individualmente considerado es incapaz de medirsele a Chávez en las urnas o en la calle, y ganarle. Veamos: (i) los partidos políticos de oposición son un desastre. Todos tienen como único discurso criticar y descalificar a Chávez, y no tienen ninguna propuesta o programa para presentarle al país como alternativa. Además, están desunidos entre ellos y dentro de ellos. Las luchas de poder y el afán de protagonismo los acabaron. Si hoy les cayera el gobierno en las manos, se matarían entre ellos y no sabrían que hacer. Hay honrosas excepciones a título personal. (ii) Los sindicatos, a los que uno habría pensado que Chávez habría tenido en cuenta para implementar un modelo socialista, carecen de relevancia como fuerza dirigente y en el contexto nacional. Sólo han servido para hacer daño y para acabar empresas como General Motors y Mitsubishi entre muchas otras. Su rol ha sido bien indefinido y no tienen cabida dentro del gobierno ni fuera de él. (iii) Las fuerzas armadas, que normalmente son los que han sacado a los malos presidentes del poder, están desunidas, asustadas o untadas (ver la entrada “Se necesitan más que tanques, Hugo” de este mismo blog). (iv) Los estudiantes, esa fuerza viva que no puede menos que despertar la solidaridad y simpatía de todo el país (todo el mundo tiene un hijo o un hermano estudiante), están sólos. Los estudiantes marchan, la Guardia Nacional los reprime violentamente, y nadie los acompaña. Los estudiantes sólos no pueden arreglar el país. (v) Los medios de comunicación están todos asustados o vendidos y los poquitos que han asumido la responsabilidad de ser líderes de la opinión que critica a Chávez, enfrentan las más duras consecuencias: RCTV cerrado dos veces, Globovisión y sus directores perseguidos, El Nacional pasando penurias financieras por cuenta de la tenaza del gobierno. (vi) Los gremios y los empresarios, los que quedan y no se fueron o los expropiaron, están todos haciendo más plata que la que harían en cualquier otro país, y además, dicen, ya están cansados de marchar. Ya hicieron paro empresarial, marcharon, ya tumbaron a Chávez, y no pasó nada. Además, tienen miedo de la represión del gobierno.
Así bien, ninguno de los factores de poder por sí sólo es capaz, o ha sido capaz, por sí sólo, de generar un cambio en la realidad venezolana de hoy. Por qué? Precisamente porque entre unos y otros no se hablan, no se relacionan, no trabajan juntos. Si entre ellos trabajaran unidos, el cambio sería posible. Si al movimiento estudiantil de le uniera el movimiento obrero, si a los militares se les unieran los empresarios, si los partidos políticos se unieran con los medios de comunicación, si cualquiera de ellos se uniera con cualquier otro, y a esos se les uniera otro más, probablemente este país cambiaría su rumbo y volvería a ser un país viable.
Ah! Discúlpenme por haber estado ausente del blog unas semanas. Estaba resolviendo un problema con el sindicato!