En el periódico El Tiempo, donde un volumen estable y sustancial de la pauta publicitaria corresponde a empresas del Estado, apareció un aviso el domingo 16 de agosto de 2009 que se sumó de forma inadvertida al especial que ese mismo día llamaba la atención sobre el asesinato impune del líder político Luis Carlos Galán hace más de 20 años. En la esquina de la página 12, el titular del aviso decía: “Grandiosa Oportunidad!!!! Remate al mejor postor”. El subtítulo complementaba: “La ESE Luis Carlos Galán Sarmiento en liquidación vende al precio mínimo de venta los siguientes elementos” Y a continuación, se ofertaban 111.971 “muebles y enseres” de la Empresa Social del Estado.
La variedad y cantidad de la oferta produce un extraño malestar, la piñata estatal de $479.124.093 pesos es un letrero burlón que celebra con exclamaciones un quebranto de salud. Tal vez hay que rezarle a alguno de los 30 “elementos de culto” en venta (a $16.765 cada uno) para encontrar la razón de peso que condenó a la quietud a tanto objeto, o buscar entre los 704 “libros y publicaciones” algo de la fe perdida luego de sopesar un descalabro tan irrazonable (a $1.078 cada uno). Pero es luego de pasar por equipos de laboratorio y computación, por vestuarios y odontología, por comedor y cocina, cuando se llega a un grupo de elementos que por su género, cantidad y valor mínimo de venta tal vez ofrece una respuesta al corrupto enigma: los 2.108 “Equipos y máquinas para deporte y juego” vendidos a $0.018570069 la unidad muestran que la respuesta no parece estar en los santos o en la ilustración, sino en una cifra menor a un peso, un absurdo que da cuenta de una errata de contabilidad o de un chancuco en la liquidación, o tal vez de una manera peculiar de contabilizar el juego: aquí el peón cuenta como “equipo y máquina”, al igual que el rey o el tablero, así, la bala se iguala al revolver y el liquidado al liquidador. El valor por pieza es tan bajo que recuerda el precio ínfimo que se da a la vida en algunas maquinarias sociales y políticas de juegos y apuestas: “Grandiosa Oportunidad!!!! Remate al mejor postor” y en efecto, la oportunidad ha estado ahí, los mejores ha sido rematados. “¡Y hasta aquí los deportes, país de mierda” como dijo un comentarista en vivo y en directo por televisión cuando mataron a otro ídolo, esta vez no un político (Galán) sino un humorista (Garzón).
—Lucas Ospina