Ilustración: Los Naked

Termina el 2021 y, como todos los años, es la hora de los balances.

El 2021 fue un año particularmente duro porque la pandemia se llevó a mi mamá, Fabiola García de León, socia fundadora de La Silla Vacía y cómplice entusiasta de este proyecto.  

Fue socia de La Silla hasta 2020, cuando ella y mi papá me cedieron las acciones, y mi tío cedió las suyas a la empresa para usarlas en retención de talento.

Durante los primeros diez años, mi mamá no solo aportó parte de los fondos iniciales para crear La Silla Vacía, sino que participó activamente con sus ideas y su inmenso sentido común desde la junta. Pero, sin duda, su mayor aporte fue darme la suficiente confianza en mí misma para creer en esta idea y perseverar hasta sacarla adelante. Una de las múltiples razones para celebrar su increíble vida.

A pesar de las pérdidas —pequeñas y grandes— ocasionadas por el covid, este fue un año de grandes aprendizajes para La Silla. 

Uno de ellos fue haber tenido por primera vez un editor general que venía de un mundo diferente al de La Silla. La llegada de Daniel Pacheco, que había hecho parte de su carrera en la TV, ha traído a este medio nuevos ritmos, una mayor conexión con los hábitos de la audiencia, incluidos los audiovisuales, y nuevas preguntas que no nos habíamos hecho.

Uno de esos cuestionamientos ha sido sobre nuestra forma de narrar historias en la página. Un estilo narrativo que fue innovador cuando arrancamos, que ha sido efectivo para contar y analizar las movidas del poder, pero que ahora queremos renovar con la metanarración propia del ecosistema digital.

Al final del año hicimos unos talleres y desarrollamos una nueva “biblia” de formatos que pondremos en práctica cuando volvamos de vacaciones en enero. Nuestra meta es que la experiencia de leer La Silla sea más eficiente y más placentera para ustedes.

De alguna manera, nuestro contenido en Instagram, Twitter y el En Vivo —del cual estamos muy orgullosos— nos ha marcado un camino narrativo para la página.

Con dos adiciones que profundizaremos en 2022: las investigaciones de la Unidad Investigativa que creamos y que ya en 2021 arrojó sus primeros resultados y las crónicas largas de Laura Ardila, que se reintegra a la redacción después de una licencia de un año para escribir un libro. 

Laura tendrá el reto de plasmar en historias las emociones que se mueven en esta campaña, que como nunca antes será definida más por ellas y por la batalla de ideas que por el peso de las maquinarias. 

Varias de sus historias saldrán en La Dominguera, nuestra innovación del 2021, que nos ha permitido pensar en arte, cine y memes, además de escribir historias en un tono mas literario para leer con calma el fin de semana.

La Silla nunca les ha dado mucha importancia a los premios, pero aun así el Gabo que ganamos en la categoría de innovación por nuestra denuncia en video del asesinato de tres jóvenes en Verbenal a manos de policías nos puso felices. También, ser el tercer medio digital más leído por los líderes de opinión después de El Tiempo y El Espectador.

Los planes de 2022

Los planes del 2022 giran alrededor de las elecciones legislativas y presidenciales. Tendremos tres innovaciones: un chat bot para ayudarles a los usuarios a informarse sobre los candidatos y para verificar si una información es cierta; el uso de inteligencia artificial para reportenciar nuestro detector de mentiras; y un podcast diario de política liderado por Tatiana Duque para quedar rápidamente informado de las movidas claves del día.

Fuera de eso, mantendremos nuestro tarjetón electoral con la información de todos los candidatos al Congreso, sacaremos un libro con los perfiles de los candidatos presidenciales y les haremos un seguimiento exhaustivo a todas las campañas presidenciales desde Bogotá y las cuatro regiones donde estamos. Esto lo reforzaremos con los análisis de nuestros expertos de La Silla Llena y los profesores de La Silla Académica.

A nivel del negocio, tenemos dos apuestas nuevas que nos emocionan más por lo que implican que porque esperemos grandes ingresos con ellas. 

La primera es La Silla Viajera que, en alianza con la agencia Wherenext, tiene organizados seis viajes increíbles para reconectarse de otra forma con Colombia. 

La segunda es Contraseña, una plataforma que ofreceremos a los colegios para que los niños aprendan sobre cómo funcionan el poder y la democracia en Colombia a partir de entrevistas en video que hemos hecho con sus protagonistas.

Y más allá de las elecciones, continuamos con nuestro cubrimiento de género y cambio climático, dos temas que igual estarán en el corazón de la campaña.

Estos son los planes. Pero por ahora vamos a tomarnos un descanso colectivo desde el 23 hasta el 11 de enero. Dejamos preparada una historia para cada día para los que no quieran desconectarse del todo.

Les deseamos un feliz año mientras cogemos impulso para volver en el 2022 con toda la energía para un año emocionante en términos políticos.

Soy la directora, fundadora y dueña mayoritaria de La Silla Vacía. Estudié derecho en la Universidad de los Andes y realicé una maestría en periodismo en la Universidad de Columbia en Nueva York. Trabajé como periodista en The Wall Street Journal Americas, El Tiempo y Semana y lideré la creación...