Hace unos días, el popular medio digital estadounidense The Daily Beast publicó un curioso listado: las veinte carreras universitarias más inútiles. Los criterios para la clasificación, explica The Daily Beast, fueron principalmente las oportunidades laborales en el campo ahora y en el futuro, y el salario promedio de un profesional recién graduado.
Y aquí viene la paradoja: la carrera de periodismo es, según esta escala, la más inútil. Así es la cosa: uno de los ejemplos del nuevo periodismo en la red, The Daily Beast, publica como noticia que su oficio es inútil.
Algunos comentaristas de la nota se quejaron de que el criterio de dinero fuera uno de los parámetros para la clasificación. Otros protestaron porque les pareció información insulsa e irrelevante, e incluso dijeron que no tenía presentación que fueran justamente periodistas los que publicaran esta información.
Sin embargo, esta historia es un buen pretexto para hablar de la pregunta fundamental que algunos colegas aun quieren ignorar: ¿hacia dónde va el periodismo en tiempos de Internet?
El punto de partida, claro, es que Internet ha transformado esta profesión para siempre. Eso es un hecho. Internet elimina los intermediarios, como las agencias de viajes, las operadoras telefónicas o los cajeros de banco. En el caso del periodismo, Internet significa el final del acceso privilegiado a la información, por lo que el papel del periodista como simple mensajero de las noticias hoy es inútil -el rol de mensajero, que no el periodista, vale aclarar.
Las audiencias -o mejor, los usuarios- no tienen que esperar a que el periodista, antes un privilegiado, se sirva transmitirles la información pública. Ahora la información está en la red. En la red están los comunicados de prensa en las páginas de las entidades, y los decretos y sentencias, y están los políticos en Twitter dando declaraciones, discutiendo, y anunciando noticias desde sus dispositivos móviles –ya no desde el micrófono del periodista que llegó primero.
Entonces, si ante la sobreabundancia de información sobran los mensajeros, ¿qué harán los periodistas?
En Internet, el periodista sobra como mensajero, pero falta como intérprete. Es el periodista el llamado a interpretar, contextualizar, organizar y explicar, desde su criterio editorial, la avalancha de información digital. Los expertos llaman a esta tendencia la curaduría de información, práctica en la que -para más paradojas- The Daily Beast es experto con su Cheat Sheet donde, desde su criterio experto, indica a sus usuarios qué historias merece la pena leer en diferentes medios del mundo.
La curaduría de información se trata de indicar hacia donde mirar y de dar criterios de comprensión de la información para darle sentido. Como haría un curador de arte con un conjunto de obras.
El oficio periodístico está lejos de ser inútil. Tal vez lo que indica el reporte de The Daily Beast, que entre otras cosas revela un decrecimiento en las plazas de trabajo, es que la profesión se está transformando porque los medios ya no son lo que fueron durante dos siglos. Los periodistas del futuro ya no trabajarán en grandes y poderosos medios, porque con el fin del acceso privilegiado a la información los medios serán menos poderosos y la estructura de comunicación se hará más horizontal, para que haya muchos pequeños medios (o blogs o listas de Twitter, o …) en lugar de pocos grandes. Y esto probablemente signifique que sí haya menos periodistas –al estilo del siglo XX– y más curadores e intérpretes de información, al estilo de la red.
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Para proponer una historia: usuarios@lasillavacia.com