Nuestra nueva patria es más moral, más religiosa, más mojigata… por eso se guía por normas tajantes para lo íntimo: virginidad, no drogas, fe en la familia, amor por la propiedad… y normas laxas para lo público: “violamos” la Constitución, las leyes, los Derechos Humanos, el medio ambiente, los indígenas, la cultura ciudadana, el erario público…
Violeta ya no representará a Risaralda en el evento cultural más importantes de Colombia (Encuesta Nacional de Cultura 2001: El Reinado Nacional de Belleza). Viajó con el novio. Se supone no sigue (ver virgenhttp://www.eluniversal.com.co/v2/cartagena/gente/escandalo-en-reinado-de…).
A otra la destituyeron por una transparencia “senil” o de seno. Y así seguimos en este país, donde para los medios es más debate una teta, una virginidad, una silicona que 4 millones de desplazados…
Y lo peor es que quienes evangelizan en esta moral son los medios de comunicación, quienes le dan visibilidad y seriedad a lo privado y se enceguecen con las aberraciones públicas…
Así nosotros, los de los medios, seguimos celebrando, gozando y reinando con la doble moral de Colombia: Puros en lo privado, lascivos en lo público.