Por Darío Maldonado
En Colombia estamos entendiendo que la calidad de la educación es importante y que necesitamos medidas para mejorarla. En las pruebas PISA a Colombia no le va bien, en el 2009 de 65 países Colombia ocupó el lugar 58 en matemáticas, 52 en lenguaje y 54 en ciencias. La comparación puede parecer injusta porque los países que hacen la prueba son países desarrollados. Desafortunadamente en la economía globalizada no hay ligas (como en el boxeo) que clasifiquen a los países o a los trabajadores según su nivel de desarrollo y limiten la competencia a ese grupo de países. Por esto la comparación sigue siendo relevante porque con trabajadores de esos países tenemos que competir. Además Colombia está haciendo fila para entrar a la OECD así que de alguna forma sentimos que somos comparables con los países que ya hacen parte de es grupo de países.
Probablemente el insumo más importante para mejorar la calidad de la educación es el docente, así que casi todas las medidas que se tomen van a afectar a los profesores. Es el caso de la jornada única que se empezó a implementar en Bogotá este año en los colegios públicos y ya hace parte del esquema de los colegios en concesión. La jornada única requiere mayor tiempo de docencia y este se puede obtener de dos formas: contratamos más profesores o le pedimos a los que ya están contratados que trabajen más. Como los recursos son escasos, vale la pena preguntar si tiene sentido exigir a los profesores mayor dedicación.
La jornada laboral semanal de los profesores de secundaria del sector público es de 30 horas presenciales y 10 horas que pueden hacer fuera del colegio (esto está reglamentado por decreto por el Ministerio de Educación y hay una sentencia del Consejo de Estado al respecto). Las horas presenciales se dividen en 22 horas de clase y el resto para reuniones y actividades de planeación y atención a estudiantes fuera de clase. En los colegios públicos debe haber 40 semanas de clase al año; además de esto los profesores deben dedicar 5 semanas al año a la planeación académica. Con estos datos se obtienen los siguientes agregados: un profesor trabaja 1720 horas al año, de esas 1290 son presenciales y de las presenciales 880 son destinadas a dar clase. (Para este cálculo no estoy quitando los festivos ni los días de entrega de notas que equivalen a 62 horas en el año). Del total de la jornada de trabajo un profesor pasa 47% de su tiempo enseñando, pero del tiempo total en que los estudiantes están en el colegio el profesor pasa 80% enseñando.
¿Es esto mucho o poco? Para un trabajador formal de otro sector esto puede parecer poco. Sin embargo la comparación de los profesores con otros trabajadores es difícil, porque tendría que hacerse teniendo en cuenta una serie importante de factores adicionales.
Una mejor comparación es con los profesores de otros países ¿trabajan más o menos los profesores en otros países que en Colombia? En los países de la OECD (todos participan en la prueba PISA) los profesores de secundaria dan en promedio 679 horas de clase al año. El porcentaje del tiempo de su jornada que destinan a enseñar varía entre el 30% y un poco más del 60%. Dentro de los países de la OECD hay muchas variaciones: en países como EEUU, México o Chile los profesores dictan más de 950 horas de clase al año en promedio y en países como Finlandia, Portugal, Grecia, Israel y Rusia dictan menos de 600. En el tiempo dedicado a enseñar dentro del total del tiempo que pasan en el colegio hay muchas menos variaciones.
Entonces ¿Podemos pedir a los profesores mayor dedicación? En Colombia los profesores dan más horas de clase que el promedio de los países de la OECD; comparado con esos países Colombia sería el cuarto país con mayor número de horas de clase por profesor al año. Así que probablemente no tiene sentido pedirles a los profesores un mayor número de horas de clase al año. Sin embargo, los profesores no solo dan clase. La jornada única también sirve para aumentar el tiempo de socialización entre estudiantes y para aumentar las posibilidades de interacción entre estudiantes y profesores. Así que sí tiene sentido pedir a los profesores que pasen su jornada de trabajo completa (8 horas diarias) en el colegio, atendiendo estudiantes y pensando en como hacer mejor su trabajo.