La Fiscalía General de la Nación expresó en un reciente documento: “el ‘Cartel de la contratación de Bogotá’ adquiere casi ribetes de un hecho notorio”. Y se añadió desde dicha institución lo siguiente: “Ciertamente, los aberrantes casos de corrupción y la existencia de un llamado ‘Cartel de la Contratación’ que desde las entrañas de ciertas esferas de la administración del Distrito Capital de Bogotá, utiliza sus influencias y realiza toda suerte de maniobras truculentas para obtener la adjudicación de multimillonarios contratos, es un fenómeno que viene consternando a la opinión pública nacional”. http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1333683
No son pues rumores o tendenciosas afirmaciones lo que se dice de la corrupción en la ciudad. Por lo que se deduce del pronunciamiento de la Fiscalía, los investigadores dispondrían de considerables evidencias sobre una mafia de la contratación que se ha entronizado en la capital y que disfrutaría de un inusitado acceso a la adjudicación de los más jugosos contratos distritales en vías, troncales, salud, bienestar social, etc. Y es por tal razón que sorprende el silencio de algunos sectores políticos, tal es el caso del partido de la U.
Esta organización política tiene la bancada más grande del concejo, 14 integrantes. Al tiempo, ha obtenido las mayores votaciones en Bogotá, tanto en las elecciones al congreso como en las dos vueltas presidenciales. Es pues un partido que tiene una gran responsabilidad ante los bogotanos. Sin embargo, sorprende que en el caso de los escándalos de corrupción que estallan día tras día haya guardado un completo silencio. ¿Cuál es la razón de dicha actitud? Es de todos conocidos que entre la U y el Polo se han dado fuertes diferencias a nivel nacional. Dirigentes polistas como Petro y Robledo han realizado duros debates contra el gobierno de la U a nivel nacional. No son pocos los dirigentes de la U, principiando por el ex presidente Uribe, que han lanzado duras acusaciones a los dirigentes del Polo y a las posiciones de ese partido. En Bogotá, y eso explica el extraño silencio de la U, las cosas son a otro precio. Aquí existe una manguala entre el gobierno de Samuel Moreno y el partido de la U. Este último disfruta de los manjares del clientelismo y a cambio brinda su apoyo al gobierno de la familia Moreno Rojas y de algunos sectores del Polo. Contrasta el silencio de la U frente a la corrupción y el desgobierno de la ciudad, con la actitud de concejales de diversos partidos como Carlos Vicente De Roux, Carlos Fernando Galán o Antonio Sanguino, quienes han alzado sus voces frente a la voracidad con la que la corrupción esta saqueando los recursos provenientes de los impuestos que pagan los bogotanos.
La opinión debe considerar que el partido de mayor votación en la ciudad está pasando de agache ante el desastroso gobierno que hemos tenido que soportar en los últimos años. La U, al patrocinar con su apoyo en el concejo la ineficacia de la alcaldía, es corresponsable por las tribulaciones que viven millones de bogotanos con la ausencia de un liderazgo transparente en la capital.
En estas circunstancias es bueno recordar la frase de Martin Luther King, “Lo peor no son los hombres malos, sino el silencio o la indiferencia de los hombres buenos”.