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Por:
Francesca Ramos Pismataro
Hugo Eduardo Ramírez Arcos
 
Los problemas entre Colombia y Venezuela se han vuelto problemas personales y como en todos los conflictos de este tipo, cualquier incidente y en particular en la zona de frontera se convierte en la excusa ideal para mantener el nivel de la crisis y las sucesivas denuncias y/o recriminaciones de uno y otro lado
El gobierno venezolano está dispuesto a enfrentar los costos políticos y económicos, antes de retroceder en su protesta sobre la cooperación militar de los Estados Unidos en Colombia. En su contraparte, el gobierno colombiano insiste en denunciar el proyecto del presidente Chávez, como un proyecto expansionista.
Cualquier argumento es utilizado en la actualidad para reafirmar las hipótesis de amigo – enemigo. A pesar que muchos de estos incidentes ya habían existido entre las dos naciones, se manejaban con diplomacia y con la colaboración de los comandantes de las brigadas del ejército en la zona, que entienden que en muchos de estos fenómenos la cooperación es la salida efectiva.
Esta semana el protagonismo fue para los mineros colombianos deportados de territorio venezolano. Las versiones de los medios de comunicación en Colombia las tenemos a la orden de idea, sin embargo esta semana Brasil y Francia, también hablaron del mismo tema, pero no de la misma forma.
Uno de los periódicos más importantes de Sao Paulo, publicó un artículo que lleva como título “Zarkozy lanzará campaña contra mineros brasileros en la Guyana Francesca”, dentro del mismo se informa que “este domingo dos helicópteros Puma del ejercito [francés] y otro EC 145” participaran de esta operación contra los mineros ilegales. (). Al mismo tiempo los presidentes de Brasil y Francia se reunirán el miércoles para convenir el acuerdo de seguridad que operará en la zona, para frenar el paso de mineros ilegales al territorio de la Guyana. En estos términos, el artículo señala que los “dos jefes de Estado quieren superar la retórica de buenas intenciones que hasta ahora caracterizó su relación y crear una verdadera asociación estratégica”.
Guardando sus proporciones, ¿qué pasa entonces en el caso colombiano?, ¿a quien vamos a culpar de todo desde Colombia cuando no esté Chávez en el poder? Es hora que el gobierno adopte una política integral de frontera.