Con los resultados de la última encuesta, hay razones para pensar que Gustavo Petro puede ganar las elecciones. Vale la pena hacer un repaso de cómo podría ser ese gobierno si llegase a ganar. 

En la pasada ronda de encuestas parecía inevitable el triunfo del uribismo, en la última hay razones para pensar en serio que Petro puede ganar las elecciones. En todas sus intenciones de voto ha crecido mientras la de Duque ha bajado. Se avizora un cabeza a cabeza y aunque los mismos sondeos vaticinan un triunfo de Duque en la segunda vuelta está por verse porque en ese escenario también se han reducido las diferencias.

Así las cosas, vale la pena hacer un repaso de cómo podría ser ese gobierno si llegase a ganar las elecciones.

  1. Enfrentará al Congreso, convocará una Constituyente (o intentará) para revocar el Congreso y aprobar la reelección como Evo Morales y Rafael Correa (y claro como Chávez). Lo dijo hace algunos meses y ha evitado repetirlo porque sabe que genera reacción, pero es claro que Petro pretenderá convocar una Constituyente cuyos objetivos no son muy claros, dado que a diferencia de lo que pasaba en Bolivia, Ecuador o Venezuela, la constitución del 91 incluyó poblaciones excluidas y reconoció poderes a los ciudadanos que fueron las justificaciones que tuvieron en esos países para promover la expedición de una nueva constitución.

La revocatoria del Congreso se convierte en una necesidad para Petro porque seguramente la mayoría querrá bloquear todas sus propuestas y el gobierno se haría imposible y la reelección es casi una obviedad con la personalidad del ex alcalde.
 

  1. Enfrentará al sector privado, nacionalizará, estatizará y expropiará empresas y tierras como Evo y Correa (y claro como Chávez). Eso no es necesariamente ni malo ni bueno, es el resultado de una postura ideológica. Petro está convencido, como Evo y Correa, que unos sectores estratégicos de la economía deben estar en manos del Estado y no de particulares y que los servicios públicos los deben prestar preferiblemente empresas estatales como era en Colombia hasta los años 80.

Cuando fue alcalde lo hizo con el servicio de aseo que estaba privatizado. Volverá la banca pública como lo quiso hacer en la Alcaldía.

Ah y claro vendrá el debate sobre la propiedad y el uso de la tierra que antier planteó abiertamente en la plaza de Puerto Tejada cuando en tono suave, pero que a los dueños les sonó amenazante, le propuso a Ardila Lulle que le vendiera al gobierno el ingenio Incauca para repartir la tierra, producir alimentos y acabar con el monocultivo que es ambientalmente perjudicial.
 

  1. Enfrentará y perseguirá a la prensa como Evo y Correa (y claro como Chávez y el uribismo). Petro mantiene una confrontación con los medios de comunicación y acusó mientras fue alcalde de construir una “matriz” de comunicación contraria a su gobierno y durante la campaña ha vetado a Blu Radio por las opiniones de uno de los panelistas de la emisora y ha enfrentado a RCN por su línea editorial.

Seguramente impulsaría un canal estatal de noticias como lo hizo con Canal Capital mientras fue Alcalde y usará la publicidad oficial para premiar o castigar como lo han hecho en el vecindario y como lo hizo mientras fue Alcalde.
 

  1. Enfrentará a las cortes y promoverá su revocatoria como Evo y Correa (y claro como Chávez y el uribismo). Aunque hasta ahora no hay evidencias de que ello vaya a ocurrir resultará inevitable. La composición actual de la Corte Constitucional permite vaticinar que ese órgano se convertirá en el principal control de las pretensiones de Petro lo que llevará al ex alcalde a promover en la Constituyente el recorte de sus poderes. Hasta ahora Petro ha sido un beneficiario de la protección del sistema judicial. Lo fue cuando el Consejo de Estado y los jueces impidieron que el candidato presidencial Alejandro Ordónez, que fungía como Procurador, quiso destituirlo arbitrariamente. Aun así, ha querido desconocer las decisiones institucionales como lo hizo en ese mismo caso a través de la convocatoria de manifestaciones públicas y del uso abusivo de la tutela y como lo ha hecho con las decisiones de la Superintendencia de Industria y Comercio respecto de las decisiones que tomó en materia de servicios públicos.
     

  2. Enfrentará a los Estados Unidos y seguramente expulsará a agentes de la DEA o de otras agencias a las que acusará de estar organizando un complot para tumbarlo como Evo, Correa (y claro como Chávez). Claro ese será el resultado de que los sectores del establecimiento intentarán bloquear a Petro. Habrá huelgas promovidas por los empresarios, cacerolazos y un largo etc de enfrentamientos entre partidarios y opositores que terminarán rápidamente en la idea de que quieren asesinar a Petro y de que detrás están los gringos.

La lista podría ser más larga y cada acción siempre comenzaría con el verbo enfrentar que sería el más usado en un gobierno de Petro o ¿alguien duda que porque ejemplo enfrentaría ferozmente al actual alcalde de Bogotá o que se enfrentaría frecuentemente con la Policía y el Ejército?

Si como pareciera la disyuntiva es entre Petro y el uribismo, de cualquier manera, estará roto el consenso sobre las bases de un estado liberal y en el caso de Petro del modelo capitalista. Con Petro y el regreso de Uribe quedarán golpeados en el ala el sistema de controles y la separación de poderes, y claro quedaremos derrotados los que hemos llamado la atención ineficazmente sobre el riesgo que todo eso implica.