Ser mujer en el Congreso nunca ha sido fácil. Es una entidad estructuralmente machista. Arranquemos porque es noticia que una mujer presida una comisión o el mismo Senado y eso no pasa regularmente.

Eso sí, la participación de las mujeres en el Congreso hoy es histórica: hay un 30 por ciento de mujeres; un congresista que se identifica como no binario; además tenemos dos congresistas wayuu y una representante del pueblo palenquero.

De todos modos, sigue siendo un terreno difícil: sino que lo digan las acusaciones y señalamientos a miembros de UTL de David Racero, el presidente de la Cámara; a Víctor de Currea, a quien se le cayó un nombramiento de embajador; al actual embajador de Panamá; al actual senador Alex Flórez o que el llamado decano del congreso y ´posible embajador en suecia te mande al carajo porque te quejaste de los casos de acoso y abuso sexual. 

Hay un largo etcétera que aún está por conocerse. Y para entender qué es ser mujer ahora en plena época del metoo colombiano, o al menos esperamos que así sea, está con nosotros Jennifer Pedraza, representante por Bogotá del partido Dignidad.

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Producción: Marcela Becerra y Fernando Cruz, periodistas de La Silla Vacía.
 
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