La segunda ministra del Interior de Iván Duque nació el 1 de octubre de 1958 en Cartagena, estudió Administración de empresas en El Colegio de Estudios Superiores de Administración y tiene una especialización en Gestión Pública e Instituciones Administrativas de la Universidad de los Andes.

Empezó su carrera como jefe de personal y luego asistente de la dirección de Coldeportes. Después fue subdirectora del Instituto Colombiano de Administración (Incolda)

Fue asesora de Adelina Covo en el Ministerio de Educación en 1995 y delegada del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en el Cesar y en Cundinamarca entre 1997 y 1998, cuando Covo era directora de esta entidad.

A principios de 1999 llegó a la Dirección del Instituto de Recreación y Deporte de Bogotá durante la Alcaldía de Enrique Peñalosa. Y de allí salió a acompañar la naciente campaña de Álvaro Uribe a la Presidencia. Fue secretaria privada de Uribe en la Casa de Nariño.

Al final del gobierno de Uribe, se fue de embajadora ante Naciones Unidas en Ginebra, donde permaneció casi todo el primer gobierno de Juan Manuel Santos.

En marzo de 2013 regresó a Colombia y fue nombrada directora del Centro Democrático de Uribe, reemplazando a Alejandro Arbeláez. Después de las elecciones la reemplazó en ese cargo el ex candidato Óscar Iván Zuluaga, aunque se mantuvo siempre cerca del uribismo.

Para las elecciones presidenciales de 2018 impulsó al senador Iván Duque, un hombre joven y a quien los uribistas más de derecha veían como excesivamente moderado y como un potencial Juan Manuel Santos, dadas sus posturas, su poca trayectoria en el uribismo y sus orígenes cercanos a Santos.

Arango, cuyas credenciales uribistas no tenían dudas, fungió como su jefe de debate ante ellos (junto con Luigi Echeverri), fue una de sus asesoras más cercanas en la campaña interna y se convirtió en pieza fundamental de su victoria en las encuestas internas que lo convirtieron en candidato del Centro Democrático y, luego, en la consulta interpartidista con Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez.

Arango fue una de las personas centrales de su campaña presidencial, que culminó en victoria, y luego una de las figuras clave de su empalme con el gobierno Santos, representando el uribismo tradicional frente a figuras más duquistas, en el sentido de que no venían del corazón del uribismo, como Felipe Buitrago y Jorge Mario Eastman.

Tras varios rumores sobre el cargo que ocuparía en el nuevo gobierno, entre los que estaban la secretaria general de Presidencia o el ministerio de Cultura, el 20 de julio (cuando se iba a posesionar el nuevo Congreso), Duque anunció que será minsitra de Trabajo, encargada de lidiar con uno de los sectores potencialmente más complejos para un presidente uribista: los sindicatos.

En ese cargo, abrió la discusión para varias reformas, como la pensional (en la que tuvo una postura menos fuerte que la de su colega de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien dijo que se debía eliminar Colpensiones) y la boral (propuso, por ejemplo, poder contruibuir a seguridad social por horas de trabajo).

También impulsó incentivos tributarios para empresas que contraten jóvenes, que quedó en la segunda reforma tributaria de Duque, y una protección a la vejez para quienes lo logren una pensión.

Luego de 18 meses en la cartera, el 31 de enero de 2020 Duque anunció que Arango sería su Ministra del Interior. Llegó en reemplazo de Nancy Patricia Gutiérrez, que pasó a la Consejería de Derechos Humanos de Palacio.

Como Ministra del Interior, sin embargo, el papel de Arango como componedora de las relaciones del gobierno Duque con el Congreso y como líder de la defensa del Gobierno quedó opacado por la pandemia del coronavirus. Primero porque la crisis exigió un enfoque eminentemente técnico, que puso a figurar más al Ministro de Salud, Fernando Ruiz. Segundo porque el Congreso pasó a un segundo plano.

A comienzos de septiembre de 2020, con siete meses en el cargo, Arango renunció, con la idea de irse en diciembre del Ministerio. Ese mismo día, el Presidente le negó la renuncia y la mantuvo en el cargo.

Pero la decisión estaba tomada. El 22 de diciembre Duque anunció que Arango pasaría a ser su embajadora ante la ONU en Ginebra, y que el viceminsitro de relaciones políticas, Daniel Palacios, la reemplazaría.