Juan Luis Mejía Arango es uno de los superpoderosos de la educación y la cultura en Colombia. Nació en Medellín en 1951 y por parte materna y paterna tuvo contacto con la educación y la cultura; en 1977 se graduó de derecho de la Universidad Bolivariana, institución de la que su padre, el también abogado Juan Luis Mejía, fue fundador y profesor.

Su recorrido en el sector de la educación comenzó dos años más tarde en la dirección de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, cargo en el que fue nombrado durante la presidencia de Julio César Turbay Ayala. 

La experiencia  le sirvió para pasar a la dirección de la Biblioteca Nacional. Llegó al cargo en 1982 luego de estudiar Administración de Proyectos Culturales en la Getulio Vargas de Río de Janeiro con una beca del BID. En ese entonces Belisario Betancur era presidente.

En los siguientes dos cargos siguió trabajando en la misma línea: en 1987 fue nombrado director de la Cámara de Colombiana del Libro donde dirigió la primera edición de la Feria Internacional del Libro que es hoy una de las más importantes de la región.

De allí saltó al sector privado, primero con el Grupo Planeta, luego con Carvajal. Volvió al sector público durante la presidencia de Gaviria como director del Instituto Colombiano de Cultura (Colcultura) y fue ratificado en el cargo por Ernesto Samper. Ahí fue uno de los autores del proyecto de Ley General de Cultura que convirtió a la entidad que presidía en la cartera que actualmente dirige Mariana Garcés.

En 1999 volvió a Medellín, esta vez como secretario de educación del alcalde Juan Gómez Martínez. Poco después, durante la presidencia de Andrés Pastrana, llegó a la dirección de la cartera que ayudó a crear. Durante la presidencia de Pastrana fue nombrado Cónsul en Sevilla y Ministro Plenipotenciario de la Embajada de Colombia en Madrid.

Regresó a Colombia en el 2002 y se dedicó de lleno al Colegio Campestre Horizontes del que es cofundador. Dos años más tarde fue nombrado rector de la Universidad Eafit, semillero de la élite antioqueña.

Alterna su trabajo como rector con 13 juntas directivas a las que pertenece, entre ellas la de Pro Antioquia. En ese centro de pensamiento es el único académico y comparte mesa con empresarios de la talla de Beatriz Uribe Restrepo, David Bojanini, Gonzalo Restrepo López y Manuel Santiago Mejía. Esta cercanía con el empresariado antioqueño, especialmente las cabezas del GEA, lo ha convertido en el puente entre los intelectuales, la política pública y los líderes del sector privado.