Es constitucionalista de la Universidad de Los Andes, es profesora allí desde 1997. Tiene una maestría en Harvard y un doctorado en la Universidad de York (Canadá) con una tesis sobre la implementación de sentencias constitucionales.

En 2007 creó en Los Andes el Programa de Acción por la Igualdad y la Inclusión Social, Paiis, una clínica de derecho público enfocada en temas de desigualdad e inclusión. Por ejemplo, allí lideró la campaña para que Colombia ratificara la Convención de la ONU de derechos de personas con discapacidad.

Además de ser profesora, tiene trayectoria en la Corte Constitucional pues fue practicante (auxiliar ad-honorem) cuando estudiaba su pregrado, luego abogada del despacho de Carlos Gaviria entre 1996 y 2000, regresó entre 2008 y 2009 al despacho de Manuel José Cepeda y llegó a ser magistrada auxiliar, y en el segundo semestre de 2010 coordinó la sala especial de seguimiento a la tutela sobre desplazados (T-025).

También ha asesorado a varias instituciones internacionales como la Organización Internacional para las Migraciones, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, en general sobre temas de justicia constitucional.

En general Ángel ha defendido un derecho constitucional que más que resolver conflictos, promueva debates que incluyan a los ciudadanos, y en el que el juez constitucional impulsa avances en los derechos sociales, como lo que busca Paiis.

Con esa hoja de vida, Juan Manuel Santos la ternó a la Corte Constitucional en 2017.

La misma Ángel le explicó esa postura al Senado en 2017, cuando Santos la ternó: “Para mí un buen juez constitucional es aquel que parte del texto de la Constitución, que tiene en el centro el compromiso decidido con el avance de los principios, valores y derechos que ella encarna”.

En esa elección arrancó cuesta arriba, porque había una favorita clara: la entonces secretaria jurídica de Palacio, Cristina Pardo. Y no solo por la cercanía con Santos sino porque Pardo tiene posiciones conservadoras en materias morales y la terna era para reemplazar al conservador Jorge Pretelt.

Efectivamente, las mayorías santistas sumadas a la entonces oposición de derecha eligieron a Pardo. Isabel Cristina Jaramillo sumó 3 votos y Ángel logró 30.

Tres años después, en 2020 el Consejo de Estado la ternó. Aunque Ángel acababa de ser parte del equipo de empalme de Duque en temas de justicia, el Senado actual prefirió a Jorge Enrique Ibáñez, de perfil más conservador (la terna de nuevo era para reemplazar a u magistrado conservador, Luis Guillermo Guerrero).

Pero Ángel sacó 38 de los 102 votos y se dio a conocer entre los senadores que seguían en sus cargos en diciembre de 2021 cuando el Senado la eligió magistrada.

Ese año la ternó de nuevo por el Consejo de Estado con Héctor Riveros y Luis Manuel Lasso, que llegaban por primera vez a esa instancia.

El 14 de diciembre, en una sesión atípica porque los senadores estaban muy concentrados en  las listas al Congreso para las elecciones de marzo de 2022 (las habían presentado el lunes 13, pero tenían hasta el 20 para hacer ajustes y la política estaba hirviendo), hablaron los tres candidatos.

Apenas terminaron, los senadores votaron. Ángel ganó con 55 votos contra 22 de Riveros y 16 de Lasso.

Con su llegada a la Corte en febrero, cuando culmine el período de Alberto Rojas Ríos, será la quinta mujer entre nueve magistrados, algo sin precedentes.