Pedro Antonio Aguilar Rodríguez, el presidente de la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC), es un súper poderoso en el mundo de movilización social.

Aguilar es bogotano, nacido en 1956. Es fundador y presidente de la ACC, un gremio que no se moviliza con frecuencia, pero que cuando lo hace tiene la capacidad de paralizar las carreteras del país. “Ellos, a diferencia de los taxistas en Bogotá, nunca han abusado de ese poder: cuando lo hacen es porque sienten que no les queda otra opción, como ahora con el precio del combustible y el estado lamentable de las carreteras”, le dijo un líder sindical a La Silla.

Sus ejes más fuertes están en Boyacá y Valle, que vienen siendo su fortín tradicional y su nueva base fuerte. Aparte de Aguilar, la figura más oídas dentro del gremio viene de la Asociación Colombiana de Camioneros (ACC): su secretario y vocero Ricardo Virviescas.

El poder de la ACC es tal que según contó a La Silla Vacía Pedro Aguilar, en la campaña presidencial del 2010, el entonces candidato vicepresidencial Angelino Garzón los buscó para que apoyaran a Juan Manuel Santos. Y estos le dieron su apoyo con la condición de que “cualquier inconveniente, él resolvía la problemática”, dijo Aguilar a La Silla Vacía.

Pese a este apoyo, la ACC ha chocado con el gobierno. Durante un paro en 2013, el gobierno amenazó penalizar los que estaban bloqueando vías e intentó negociar con una pequeña disidencia que no apoyaba a Aguilar en cambio de enfrentarse con Aguilar y su organización. Los esfuerzos de los camioneros se concentraron en el Valle y ahí se dieron los primeros 20 de las 22 capturas del primer día de paro.

En 2002, Aguilar fue candidato de la Alianza Social Independiente al Senado y tuvo una breve palomita entre marzo y junio de 2006, en reemplazo de Jesús Enrique Piñacué. En 2010 y 2014 fue candidato al Senado por La U, quemándose ambas veces.