José Roberto Prieto Uribe es un economista caldense que ha gerenciado todas las campañas del presidente Juan Manuel Santos y que lideró su campaña de reelección.

Nació en una familia caldense. Su padre, Luis Prieto Ocampo, fue un reconocido industrial y político liberal, que fue alcalde de Bogotá designado por Alfonso López Michelsen, presidente de la Andi y gerente de la campaña presidencial de Luis Carlos Galán. Fue especialmente cercano a César Gaviria, cuya campaña presidencial gerenció y que lo nombró embajador en Gran Bretaña y presidente del Banco Cafetero.

Además, su hermano Francisco Prieto Uribe fue gobernador encargado de Caldas tras la suspensión de Mario Aristizábal y su hermana Marcela Prieto Botero -muy independiente de él en temas políticos- es la directora del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga.

Prieto es economista de la Universidad Externado, con una especialización en mercadeo de Eafit y un diplomado en alta gerencia del Inalde.

Se dedicó a la planeación estratégica de medios en Marketmedia Communications y descubrió un nicho interesante administrando la pauta en las radios locales, como Radio Guatapurí, a las que los candidatos presidenciales normalmente no prestaban mucha atención. Tenía 30 años cuando en 1997 Santos lo llamó para ofrecerle la gerencia administrativa de su campaña preelectoral dentro del Partido Liberal, en reemplazo de Germán Cardona.

Tras el fracaso de ese intento, Santos lo invitó a la Constituyente Liberal y luego lo puso como director de la Fundación Buen Gobierno durante cuatro años.

Fue el director administrativo de la campaña de La U al Congreso en el 2006, jefe de finanzas de ese partido por los siguientes cuatro años y en 2010 recibió de Santos, ya como candidato presidencial, la misión de remodelarlo. En ese momento le dieron un revolcón al partido, que era una mera máquina electoral impulsada por la popularidad de Santos pero sin una verdadera estructura política.

Aunque se rumoró que Prieto quería ser nombrado secretario general de Presidencia, Santos lo mandó a Washington como representante de Colombia ante el Banco Interamericano de Desarrollo. Estuvo en ese cargo por tres años, hasta que en 2013 lo reemplazó Juan Carlos Echeverry.

A pesar de estar físicamente lejos del Gobierno, Prieto conservó cierta influencia en algunos nombramientos claves, sobre todo con miras a la reelección y en entidades que manejan el grueso del gasto social: los caldenses Gabriel Vallejo y Marco Aurelio Zuluaga llegaron a dirigir Prosperidad Social y el Instituto de Bienestar Familiar por sugerencia suya.

En noviembre de 2013 Prieto asumió la gerencia de la campaña de reelección, que hasta ese momento había estado en la Fundación Buen Gobierno. Tras los malos resultados en la primera vuelta, César Gaviria asumió un rol mucho más protagónico y Prieto -aunque conservó la gerencia de la campaña- tuvo que trabajar más coordinado que antes.

A inicios de 2017 terminó implicado en el escándalo de Odebrecht puesto que, como jefe de la campaña de reelección de Santos, fue acusado por el ex congresista Otto Bula de haber sido el destinatario de casi un millón de dólares de la corrupta multinacional. Bula afirma haberle entregado la plata a Andrés Giraldo, amigo de Prieto, en un hotel cerca del Virrey con el objetivo de que éste la hiciera llegar a la campaña que dirigía Prieto. Sin embargo, hasta ahora, las versiones han sido contradictorias y nada se ha esclarecido.