Roberto Vélez Vallejo, el nuevo gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, es un ejecutivo y diplomático risaraldense que ha hecho casi toda su carrera en el mundo del café.

Vélez, nacido en Pereira, viene de una tradicional familia risaraldense. Su abuelo Gonzalo Vallejo Restrepo fue uno de los fundadores del departamento y su primer gobernador (designado por Alfonso López Michelsen), tras haber sido concejal de Pereira, secretario de Hacienda del Viejo Caldas y cofundador del periódico La Tarde.

Es economista de la Universidad del Rosario y ha hecho casi toda su carrera en la Federación, de la mano de su histórico gerente Jorge Cárdenas (el papá del ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas y de quien sigue siendo cercano). Arrancó como jefe de ventas, pasó a ser subdirector de la oficina comercial para Asia en Japón y luego regresó al país como subdirector comercial.

En 1994 Vélez salió del gremio cafetero cuando el presidente César Gaviria lo nombró primer embajador del país en Malasia. Volvió a Colombia en 1996 como director de estrategia comercial de la Federación y tres años después se convirtió en el representante cafetero en Asia, desde donde dio los primeros pinitos en el mercado en China.

Cuando Gabriel Silva asumió la gerencia de la Federación en 2002 se trajo a Vélez como gerente comercial. Estuvo en ese cargo hasta 2008, cuando se pasó al sector privado como consultor y lideró la exportadora Café Cóndor del empresario barranquillero Salim Janna.

En 2011 volvió a la diplomacia, cuando el presidente Juan Manuel Santos lo llamó para abrir otra embajada en Asia, en este caso la de Emiratos Árabes en 2011. Tres años más tarde pasaría a la embajada en Japón, en reemplazo de Patricia Cárdenas (la hija de su ex jefe, Jorge Cárdenas, y hermana del ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas).

En junio de 2015 fue uno de los tres ternados para liderar la Federación, tras la renuncia dos meses antes de Luis Genaro Muñoz. Vélez se convirtió en uno de los finalistas después de que los dos favoritos -el bogotano Juan Esteban Orduz y el antioqueño Luis Eduardo Gómez- salieran quemados por la aguda división al interior del gremio y de que Cárdenas lo propuso para la terna. Vélez renunció a la embajada y regresó al país a comenzar su campaña, que lo vio recibir el apoyo de ocho de los 15 departamentos productores.

Como la meta de los caficultores era tener un gerente de consenso y evitar la división de los años de Muñoz, los otros dos ternados terminaron renunciando -primero la caldense Adriana Mejía, quien le hizo un guiño a Vélez, y luego el huilense Luis Guillermo Vélez– y Roberto Vélez quedó como candidato único. Al final Vélez se convirtió en el nuevo gerente por consenso, logrando 90 votos de 90 posibles.