Rosita Solís, como es conocida en Buenaventura, es una super poderosa del Pacífico que tiene gran influencia en los Consejos Comunitarios de Comunidades Negras.

Nació en Guapi Cauca en 1952.  Es Licenciada en Historia de la Universidad del Valle, especialista en Gerencia para las Artes y Educación Ambiental, cuenta también con una maestría en Educación para Adulto de la Universidad San Buenaventura .

Solis, es pensionada por el Magisterio después de haber sido maestra de escuela durante buena parte de su vida. Desde que se promulgó la Constitución de 1991, se convirtió en una difusora de la Ley 70, que reconoce el derecho a la propiedad colectiva de las comunidades negras en las zonas rurales ribereñas del pacífico y el derecho a la consulta previa.

Para ello desde 1996 hasta la actualidad fue asesora para la creación de 22 Consejos Comunitarios y la obtención de títulos Colectivos para las Comunidades Negras sobre todo en Buenaventura y el sur del Chocó, para reclamar sus derechos.

Aunque estos consejos no representan a la mayoría de la población afrocolombiana tradicional del Valle, a la hora de elegir a sus representantes cada uno de estos pequeños consejos tiene el mismo voto que los consejos comunitarios de las cuencas de los ríos, que son los más grandes y que no acompañan a Solís, como contó La Silla.

Así, con el apoyo de los consejos que ayudó a crear, desde 2003 hasta el 2013 Solís se hizo reelegir por tres periodos como miembro de la Consultiva de Alto Nivel que creó el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe para tener una instancia de representación e interlocución con las comunidades negras en todo el país.

Esa instancia tuvo que ser desmontada por orden de la Corte Constitucional que puso al Ministerio del Interior a crear una nueva figura de consulta más vinculada a las bases de las comunidades. Aún así, ‘Rosita’ se ha logrado mantener como un actor fundamental del proceso de consulta y de liderazgo entre las comunidades afros.

Durante su paso por la Consultiva Nacional de Alto Nivel, se hizo delegar a distintos espacios de decisión e incidencia de carácter nacional en los que se diseñan las políticas para la población afrocolombiana.  

Desde 2004 ha sido delegada en el Consejo Directivo del Incoder, hoy Agencia Nacional de Tierras, la máxima instancia de diseño y decisión de la política de desarrollo rural del país, en donde ejerció una fuerte incidencia para conseguir la titulación de tierras de varios de sus consejos.  

Para esta fecha también hizo parte de la Comisión Pedagógica Nacional, un espacio de interlocución que tiene como función asesorar la formulación e implementación de las políticas de etnoeducación en Colombia.

Hacia 2005 estuvo delegada en la Subcomisión ante el DANE para el Censo de 2005, en donde su principal función fue orientar en el nivel técnico el diseño de las variables censales étnicas.   

Entre 2007 y 2011 fue delegada en  la Comisión Intersectorial, Afrocolombiana, Palenquera y Raizal; un espacio donde convergen los distintos sectores institucionales con el fin de avanzar en la inclusión e igualdad de oportunidades económicas, políticas, sociales y culturales de estas comunidades.

Además, desde también hace varios años, hace parte del consejo directivo de la Corporación Autónoma del Valle, la autoridad ambiental del departamento desde donde ejerce una fuerte presión para mantener su poder en sus territorios colectivos.

Eso, ligado a la influencia con la que cuenta en los consejos comunitarios, le ha servido para ser un actor crucial en las consultas previas de macroproyectos de infraestructura en Buenaventura como la construcción del Puerto de Aguadulce de Buenaventura, que después de 9 años desde que se otorgó la concesión finalmente se pondrá en operación, la construcción de la doble calzada Buga – Buenaventura y el corredor férreo, entre otros.