Sergio Fernández es miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático, de la línea del Moir, y fue vocero de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil (Mane).

Fernández nació en Bogotá en 1986. Es bachiller del colegio Inmaculada Concepción en Soacha y politólogo de la Universidad Nacional. Aunque empezó estudiando filosofía en la Universidad Javeriana, donde estuvo becado cuatro semestres, tuvo que retirarse por problemas económicos.

Su activismo no empezó con el paro de la Mane, un movimiento que surgió en agosto de 2011 como respuesta a la reforma a la reforma a la Ley 30 que el gobierno Santos pretendía llevar a cabo, pero sí se hizo mucho más visible en ese momento. La Mane organizó un paro nacional en el que participaron 31 de las 32 universidades públicas del país y logró que el Gobierno Nacional echara reversa, y Fernández fue una de las caras más visibles del movimiento. Ese liderazgo le significó señalamientos, como el de estar trabajando con infiltrados por las Farc. 

Fernández llegó a la Mane tras haber sido representante estudiantil en el Consejo Académico de la Universidad Nacional durante dos años en pregrado y dos años en posgrado. Esto, sumado a las influencias del excandidato presidencial por el Polo Democrático, Carlos Gaviria, el senador por el mismo partido, Jorge Robledo y el excandidato a la Alcaldía de Bogotá, Aurelio Suárez, lo impulsaron en ese camino.

Fernández opina que el gobierno ha mantenido congelada la oferta educativa pero paralelamente ha incentivado la demanda con préstamos para los estudiantes, un coctel que conduce a la pérdida de calidad en la educación superior pública y a la proliferación de instituciones educativas de garaje.

También señala el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y Estados Unidos, en el que según él fue acordado el contenido de la reforma a la Ley 30. Agrega además que la nueva Ley desarrollaba una de las cláusulas del TLC “que estipulaba que el Estado no podría beneficiar a los proveedores colombianos por encima de los extranjeros, es decir que no les podría brindar subsidios y ese tipo de ayudas. También se proponía rebajar el apoyo que da el Estado a la universidad pública por estudiante de 3 millones 500 mil pesos a 500 mil pesos”.

Desde entonces se ha erigido como un opositor al presidente Santos. Sus trinos son una prueba de ello. Difiere en casi todo con el actual gobierno, desde el proyecto de ley del ministro Pinzón y que pretende, según Fernández, criminalizar la protesta, hasta la reforma a la salud, pasando por el nombramiento de Rubén Darío Lizarralde como Ministro de Agricultura.

Como vocero de la Mane fue uno de los convocantes a una nueva protesta para el 16 y 17 de octubre de 2013, que incluyó una movilziación nacional de estudiantes el 16, y que terminó mostreando a un movimiento estudiantil muy debilitado.

Uno de los motivos es que Fernández se metió más en la política electoral, y por eso terminó formando parte de la lista del polo Democrático a la Cámara en Bogotá, para las elecciones de 2014, pero se quemó.

En 2016 se metió en la campaña por la revocatoria de Enrique Peñalosa en Bogotá y volvió a aspirar a la Cámara por su partido.