Jorge Ignacio Pretelt Chaljub nació en Montería y es poderoso en Córdoba, a pesar de que ha hecho casi toda su vida profesional en Bogotá. Fue magistrado de la Corte Constitucional desde marzo de 2009 hasta 2016. Ocupó el cargo de presidente de esa corte desde 2015 hasta 2016, cuando fue suspendido de su cargo por un escándalo de corrupción.  

En la Corte Constitucional era conocido por ser un magistrado fielmente conservador, de posiciones jurídicas tradicionales y fromalistas, y defensor del Congreso.

Abogado de la Unviersidad del Rosario, es del corazón de la Universidad Sergio Arboleda, de la que fue el primer Secretario General y luego vicerrector entre 1992 y 2009; también ha sido profesor de Introducción al Derecho, Organismos del Estado, Derecho Constitucional Colombiano y Legislación Electoral. 

Incluso trabajó en el proyecto de la Universidad antes de graduarse de abogado y antes de que ésta empezara a funcionar.

Aunque inicialmente Pretelt se dedicó a la academia, en 1990, cuando su papá era congresista, se salió para trabajar como director de recursos humanos de Telecom. Su jefe era Francisco Javier Navarro, quien trabajó con los ministros Alberto Casas y Mauricio Vargas.

Precisamente cuando el segundo fue ministro, entre 1991 y 1992, se debatió fuertemente la posibilidad de que el gobierno privatizara la telefónica, lo que llevó a un clima laboral muy tenso y de fuerte agitación sindical que, según otro directivo de Telecom de la época, llevó a que Pretelt terminara con mala imagen entre los empleados.

En 1998, después de un interludio en la Sergio, volvió al sector público, esta vez con un rótulo de conservador más evidente, pues fue elegido magistrado del Consejo Nacional Electoral por ese partido, con el apoyo de Rodrigo Noguera y otros viejos líderes conservadores.

Tras apenas un año en el cargo llegó a su presidencia justo para liderar el organismo durante las elecciones locales de octubre de 2000. En esos años se fue convirtiendo en una persona poderosa.

También aprovechó ese período para hacer el curso de Defensa y Seguridad Nacional que ofrece la Escuela Superior de Guerra a empresarios y altos funcionarios para que conozcan las Fuerzas Militares por dentro y crear vínculos entre altos oficiales y esas élites políticas y económicas.

En 2001 estuvo en la lista del Consejo de la Judicatura para reemplazar al entonces Registrador Nacional Luis Camilo Osorio en ese cargo, cuando Osorio saltó a la Fiscalía, y era visto como la carta más fuerte del conservatismo. Al final ganó la liberal Alma Beatriz Rengifo.

El claro uribismo de Pretelt fue refrendado en 2003 cuando, recién salido del CNE y mientras se debatía el referendo constitucional que había prometido Álvaro Uribe en campaña, publicó un libro llamado “Por qué sí votar el referendo”.

Por esos años, la Sergio Arboleda empezó a ganar fuerza política, acercándose al gobierno. Y eso le dio más visibilidad y poder a Pretelt.

Uribe agradeció el gesto del 2003, o quizás valoró su origen cordobés o su trayectoria en la Sergio Arboleda, y lo ternó a la Fiscalía junto con Consueldo Caldas y Mario Iguarán, en parte también como una deferencia a Rodrigo Noguera Calderón, rector de la Sergio e hijo de su fundador.

La terna era de origen conservador y Pretelt era el candidato más fuerte, considerado como la cuota personal de Uribe pues ya era sabido que existía una relación personal entre los dos .

Su fuerza era tal que cuando el entonces presidente cambió la terna a última hora porque designó a Camilo Ospina (uno de sus miembros) como Ministro de Defensa, el único que quedó en la terna siguiente fue Pretelt.

La Corte Suprema tardó en decidir, con varias votaciones en las que Iguarán y Pretelt empataron mientras Caldas se quedaba atrás; al final, se impuso Iguarán, quien era viceministro de justicia. Según el extraditado jefe paramilitar, alias Macaco, lo que volteó la situación fue un pago que él hizo por 5 mil millones de pesos para favorecer a Iguarán. Iguarán siempre lo ha negado.

El año siguiente, Pretelt volvió a sonar para la Registraduría, lo que muestra que ya era un conocido en los pasillos de poder.

Pretelt finalmente fue ternado con éxito en 2009, cuando Uribe lo nominó para la Corte Constitucional en una terna considerada por observadores como la ONG Elección Visible y la Corporación Excelencia en la Justicia como una terna de uno.

Además, en el caso de Pretelt trascendió una llamada telefónica entre el hoy magistrado y el entonces senador del Polo Jesús Bernal Amorocho en la que aparentemente discutían puestos para el senador a cambio de los votos de la bancada del Polo para Pretelt. La investigación nunca avanzó.

En todo ese camino Pretelt también se ha hecho cercano al procurador (y también conservador) Alejandro Ordóñez. Como lo contó La Silla, la esposa de Pretelt, Martha Ligia Patrón, es procuradora de familia (aunque viene de antes de que llegara Ordóñez, éste la dejó en el cargo en el que trabaja con Ilva Myriam Hoyos) y su hermana Martha Cecilia era procuradora Judicial I; además, su amigo Guido Guillermo Gómez Ordosgoitia es Procurador Judicial II.

Pretelt llegó a esa universidad de la mando de su fundador, Rodrigo Noguera Laborde, un político conservador alvarista. Su padre, Ricardo Pretelt Torres, era de la misma línea política de Noguera, y Pretelt desde entonces milita en esa misma ala.

En una línea muy usual entre los abogados conservadores, estudió en España. Tiene un Diploma de Estudios Avanzados (similar a una maestría) de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid,  con una tesis sobre Financiación de campañas electorales y partidos políticos, y ha avanzado en una tesis doctoral en esa misma universidad.

En paralelo a su carrera pública y a su trabajo en la Sergio, Pretelt es ganadero y tiene un negocio editorial, los dos heredaros de su padre.

Está casado con Martha Ligia Patrón López, miembro de otra prestante familia cordobesa (aunque de filiación liberal): es sobrina de los ex senadores y patriarcas Edmundo y Libardo López y prima del ex senador liberal Juan Manuel López Cabrales.

En 2015, el entonces también magistrado de la Corte Constitucional, Mauricio González, presentó una denuncia ante la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, en contra de Pretelt, por supuestamente haber pedido un soborno de 500 millones de pesos al abogado Victor Pacheco, cabildante de la fiduciaria petrolera, Fidupetrol, para ayudar a fallar a favor de una tutela que había interpuesto esa fiduciaria empresa ante la Corte Constitucional para no pagar una multa de 22.500 millones de pesos, que le había impuesto la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, tras determinar que estuvo involucrada en el saqueo al departamento de Casanare por parte de su exgobernador, Witman Herney Porras, como contó El Espectador. 

El 20 de marzo de 2015, la comisión abrió instrucción contra Pretelt y en septiembre de ese año el representante encargado abrió investigación formal en su contra. El 15 de diciembre la Cámara aprobó la apertura y en agosto de 2016, el Senado la votó afirmativamente también, con lo que la acusación fue radicada en la Corte Suprema de Justicia y Pretelt fue suspendido de su cargo. 

En 2018 y luego de que el caso fuera remitido a la recién creada Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia (pues ese año comenzó a funcionar la doble instancia en esa corte), el alto tribunal econtró que Pretelt sí había pedido el soborno y lo condenó a 6 años y 6 meses de prisión. Pretelt se convirtió en el primer magistrado de una alta corte en ser condenado por corrupción.