Esta científica chocoana es la primera ministra (o ministro) de Ciencia y Tencología de Colombia, designada por el presidente Iván Duque el 30 de diciembre de 2019.

Venía de ser una de las 43 integrantes de la Comisión de Sabios del Gobierno Duque, encargada de pensar el futuro del país en ciencia, tecnología e innovación. Es la fundadora de la empresa Selvacéutica de Chocó y docente de la Universidad Tecnológica del departamento.

La mayor parte de su vida la ha dedicado a la academia y la ciencia.

Nació en 1972 en Bahía Solano, donde estudió hasta quinto grado. En Quibdó terminó su bachillerato y con 17 años en 1989 entró a la Universidad del Valle en Cali a estudiar Biología.

En 1996 realizó una maestría en la misma Universidad en Microbiología al tiempo que trabajaba en un proyecto de investigación sobre el cáncer gástrico en la misma institución.

En 1998 fue nombrada como profesora de planta en la Universidad Tecnológica de Chocó. Un año después, y hasta 2003, trabajó con control de calidad en las Empresas Públicas de Quibdó.

Ese mismo año se fue a vivir a México donde realizó un doctorado en ciencias biológicas en la Universidad de Guadalajara, inicialmente sin beca, pero luego recibió el apoyo parcial de Colciencias y de otras becas de la misma Universidad.

En 2007 realizó una estancia postdoctoral de un año en la misma Universidad en Sistemática de Hongos. Torres estudió con un género de hongos llamado Ganoderma que tiene componentes curadores del cáncer. En su tesis de doctorado estudió los componentes químicos, moleculares y morfológicos de las Ganodermas de todo el mundo, incluyendo las de América tropical.

Así, desarrolló la metodología para incrementar en 400 por ciento los compuestos activos y desarrolló un producto anticancerígeno que probó en varios pacientes. Algunos se curaron y a otros les alargó la vida. Torres trajo su investigación a Colombia pero no encontró financiación para desarrollarla.

En 2008, y durante tres meses, continúo la investigación en Ganodermas en Noruega y otros dos países de Europa como parte de su postdoctorado.

Por esa labor científica, en 2010 ganó el premio a Mujer Científica de la Unesco.

En 2011 volvió al país para aplicar lo aprendido en Chocó. En 2012 y luego de golpear muchas puertas creó el centro de innovación Bioinnova en la Universidad Tecnológica de Chocó con el objetivo de impulsar emprendimientos basados en productos de la región. Fue directora de ese centro hasta 2016.

Paralelamente a esa labor, en 2015 crea su propio centro de innovación y empresarial llamado Selvacéutica a través del cual desarrolla productos terapéuticos con recursos naturales del Pacífico como aceite de palma, chontaduro, naidí, pipilongo, borojó, entre otros.  

Desde allí orienta a que las comunidades que cultivan dichos recursos mejoren los procesos de producción por medio de métodos científicos y se organicen para obtener mejores ganancias, como explica en esta historia de Los Camelladores.

El objetivo de la científica es darle valor agregado a los recursos naturales del Chocó y con ello generar una alternativa económica en el Pacífico.

En medio de su trabajo académico también ha sido funcionaria pública. De julio de 2016 a marzo de 2017 fue directora regional (e) del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de Chocó.

Actualmente, además de dirigir Selvacéutica y trabajar como profesora en la Utch (donde fue aspirante a la Rectoría) está buscando más inversión para terminar las fases de investigación, aumentar los cultivos y la extracción del producto anticancerígeno que viene trabajando desde la década pasada.