Bernardo Miguel ‘el Ñoño’ Elías es uno de los Superpoderosos del Caribe. Es ingeniero civil de la Universidad de la Salle y realizó una especialización en Gerencia de Construcciones en la Universidad Javeriana de Bogotá. Su carrera política comenzó en el 2006 cuando fue elegido Representante a la Cámara por el departamento de Córdoba. Cuatro años después, fue elegido Senador de la República representando a este mismo departamento. En este periódo no se destacó por ningún debate de control político ni por haber impulsado ninguna ley, por lo cual era un desconocido hasta las elecciones del 2014 en donde fue el tercer senador más votado del país detrás de Jorge Robledo y de Musa Besaile.

Su sorprendente triunfo con respecto a las anteriores elecciones, donde obtuvo 66 mil votos más que en el 2010, fue el resultado del aumento de su influencia en Córdoba, ya que fue uno de los congresistas más beneficiados por la llamada mermelada (asignaciones de la Nación a las alcaldías y gobernaciones por indicación de los legisladores) en el primer gobierno de Juan Manuel Santos. Luego de eso, se convirtió en uno de los reyes de los votos y en determinadores de buena parte de la inversión en Córdoba.

Sin embargo, su poder no sólo se concentra en Córdoba, pues, como contó La Silla, es uno de los senadores más importantes de la Guajira; un departamento que no cuenta con senador propio y en el que El Ñoño ha gestionado su mermelada.

Junto con Musa Besaile, es uno de los artífices de la reelección de Juan Manuel Santos en 2014, siendo, así, uno de sus principales aliados en el Caribe. Promete jugar un papel clave en las presidenciales del 2018, pues la base de su poder está en el único departamento de la región además de Bolívar en el que no ganó Germán Vargas Lleras.

En agosto de 2017 fue capturado por orden de la Corte Suprema de Justicia por sus nexos con el escándalo de Odebrecht.

El 24 de febrero de 2021, en la audiencia de imputación contra Luis Fernando Andrade, exdirector de la ANI, el Ñoño rindió un testimonio en su contra, que permitió anticipar que la Fiscalía de Francisco Barbosa tiene las baterías enfiladas para probar que la reelección de Santos fue comprada con el dinero de Odebrecht (ver historia).