En las siguientes líneas presento una descripción general de la distribución del ingreso en Colombia que permite ver un problema mayor de la sociedad colombiana que está estrechamente asociado con la desigualdad de ingresos: la polarización.

La distribución del ingreso es una de las preocupaciones permanentes de académicos y responsables de política. En general, la variable de referencia en los debates acerca de la desigualdad es el coeficiente GINI. En una entrada anterior, expliqué algunas de las razones por la cuales creo que este coeficiente tiene un valor descriptivo limitado y, por esta razón, el análisis empírico acerca de la desigualdad debe incorporar una batería amplía de estadísticas y no limitarse a la observación del GINI.[1]  En las siguientes líneas presento una descripción general de la distribución del ingreso en Colombia que permite ver un problema mayor de la sociedad colombiana que está estrechamente asociado con la desigualdad de ingresos: la polarización.

El gráfico 1 (cortesía de Jorge Tovar y Alejandra Martínez) ilustra la distribución de ingresos por hogares en Colombia para el año 2011. En el eje horizontal se encuentran los ingresos de los hogares y en el eje vertical el número de hogares cuyo ingreso es el que indica el eje horizontal. El gráfico indica que la mayoría de los hogares cuenta con un ingreso anual menor a seis mil dólares anuales. Para este grupo de hogares, la curva de distribución del ingreso es similar a la curva típica. Hay relativamente pocos hogares que perciben ingresos de cero a mil dólares y a medida que aumenta el ingreso va aumentando el número de hogares que lo percibe hasta llegar a un pico a partir del cual incrementos en el ingreso están asociados con reducciones en el número de hogares que lo perciben. Finalmente, el grupo de hogares que recibe entre cinco mil y seis mil dólares al año es muy pequeño comparado con el resto de grupos.

El lado derecho del gráfico es una historia completamente distinta. Hay pocos hogares en cada grupo de ingresos pero hay hogares en la mayoría de los grupos de ingresos y el número de hogares no cambia de forma sistemática conforme aumenta el ingreso.

Así, es como si hubiera dos sociedades con diferente ingreso promedio y diferente distribución.  Una sociedad rica muy desigual y una sociedad pobre, menos desigual,  con una distribución del ingreso típica.

Una mirada atenta a otras fuentes de información permite ver que estas dos sociedades tienen otras diferencias además del ingreso y su distribución. El gráfico 2 relaciona el número de individuos por hogar con el nivel de ingreso. El tamaño de los hogares en la sociedad pobre es, en promedio, más del doble del tamaño de los hogares de la sociedad rica. El hecho de que el ingreso familiar tenga que ser compartido por una mayor cantidad de individuos reduce las posibilidades de ahorro y de inversión en capital humano. De este modo, la diferencia en el número de individuos por hogar reduce la probabilidad de que individuos pertenecientes al grupo social más pobre pasen al grupo social más rico.

También existen diferencias de localización o geográficas: la sociedad más rica es mayoritariamente urbana y el porcentaje de población rural es mayor en la sociedad más pobre. Asimismo, muchos de los hogares que pertenecen a la sociedad más rica están ubicados en ciudades grandes.

Por último, la composición racial de las dos sociedades es diferente. La participación de la población blanca en la sociedad más rica es más alta y la participación de la población negra e indígena en el grupo pobre es más alta.  Aunque no dispongo de una descripción completa de la composición racial de los dos grupos, adivino que la probabilidad de pertenecer al grupo social más rico aumenta conforme crece el componente blanco dentro la mezcla racial de cada hogar.

Lo anterior sugiere que existe una muy baja movilidad social entre los dos grupos, es decir, que los individuos que pertenecen la sociedad más rica son, con gran probabilidad, hijos y nietos de individuos que pertenecieron al mismo grupo y quienes pertenecen al grupo más pobre son, con gran probabilidad,  descendientes de individuos que pertenecieron a este grupo.

Estas circunstancias constituyen el escenario perfecto para la polarización y la segregación. La segregación, por su parte, contribuye de forma significativa a la polarización.

En este orden de ideas, los intentos redistributivos deben estar acompañados por esfuerzos para reducir la polarización y la segregación. Mejoras redistributivas al interior de la sociedad rica pueden reducir el coeficiente de GINI pero difícilmente lograrán reducir la polarización. Aumentos en la movilidad entre grupos, por el contrario, ayudan a reducir la polarización. En esta dirección, ayudaría un esfuerzo para reducir la tasa de natalidad en la sociedad más pobre. Finalmente, en lo que respecta a la segregación, es necesario un esfuerzo adicional para producir cambios culturales y emprender políticas tendientes a garantizar la igualdad de oportunidades para las minorías étnicas. 

[1] Varios académicos han realizado estudios profundos acerca de la desigualdad en Colombia. En los siguientes se encuentran algunos de estos trabajos:

http://economia.uniandes.edu.co/investigaciones_y_publicaciones/CEDE/Pub… https://www.dnp.gov.co/Portals/0/archivos/documentos/DDS/Pobreza/En_Que_…