Por Andrés Álvarez
Es muy frecuente afirmar que las ideas económicas no tienen impacto sobre la sociedad. Los economistas en su torre de marfil no hacen más que mirar sus modelos y poco entienden y poco hacen por la sociedad. Yo creo que la triste realidad es que las ideas de los economistas, o mejor dicho sus posiciones políticas, tienen una gran incidencia sobre el mundo. No voy a volver a citar la famosa frase de Keynes sobre cómo los hombres “prácticos” son esclavos de los “filósofos”, porque ya es un cliché en mis entradas de este blog. Pero, recientemente volví a encontrar evidencia sobre lo mismo.
En un informe reciente del Pew Research Center se muestra la forma en que las ideas políticas de los diferentes gobiernos en EEUU, inspiradas por ideólogos economistas, tienen una incidencia directa sobre la evolución de la distribución del ingreso. La gráfica siguiente evidencia esto con impresionante realismo ().

Aquí se ve que los hogares más pobres (verde más oscuro) tuvieron una evolución en sus ingresos más importante que los más ricos durante las décadas en que las políticas más redistributivas e intervencionistas del Estado (llamémolas keynesianas) fueron la regla en EEUU, y en casi todo el mundo. Las décadas de 1950 a 1960 lo fueron abiertamente, incluso bajo administraciones republicanas como la de Nixon (el “Todos somos keynesianos”, se le atribuye a él). Luego viene una década de crisis (1970s) y el cambio de enfoque radical introducido por Reagan y sus ideas de reducción del Estado; inspiradas por economistas liberales como M. Friedman, entre otros. Lo interesante de esta evolución es notar cómo se invierten las cosas a partir de los años 1980s; como consecuencia de la aplicación de ideas en pro del libre-mercado y anti-redistributivas. La década de 1990s es la era de la desregulación de los mercados financieros y el crecimiento de la desigualdad más fuerte que trajo el período Clinton y los economistas al mando de la cosa; empezando por el director de la Reserva Federal A. Greenspan.
Lo que nos enseña esta gráfica es que el pasado nos muestra evidencia sobre los efectos reales de las ideas. Esto me lleva al punto principal de mi entrada: El caso colombiano.
En un trabajo reciente del DNP se publica una gráfica semejante a la anterior; para el período 2010-2011 en Colombia ().

Esta imagen muestra que el patrón de comportamiento de estos últimos años en el país se parece más a las épocas donde las ideas de redistribución del ingreso estaban de moda en EEUU. Esto es además coherente con otros datos que este mismo informe publica y que se vienen presentando en los medios de en desde hace al menos un año. La pobreza y la desigualdad están disminuyendo. Lo más seguro es que esto no se deba sólo a que el país va mejorando en sus tasas de crecimiento y a que el desempleo ha bajado. Estos indicadores macroeconómicos no son evidencia de disminución de desigualdad. Se necesitan políticas explícitas y una filosofía en pro de la redistribución para lograrlo, como lo pone en evidencia lo que pasó en EEUU; donde hubo períodos de alto crecimiento con aumento de la desigualdad (1980s-1990s). No estoy queriendo afirmar que todo va bien, pero creo que al menos en las próximas negociaciones de Paz el Gobierno llega fortalecido frente a la guerrilla porque la base del discurso sobre la redistribución del ingreso muestra signos evidentes de ir mejor que en otras épocas.