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Esta transmisión se da por un proceso de “roles parentales” más que por la adquisición de hábitos en el hogar.

Foto de portada: Andrés Bermúdez Liévano

En un artículo recientemente publicado en Labour Economics, titulado “Manteniendo las desigualdades en el hogar: la génesis de los roles de género en las labores del hogar” (traducción mía), sus autores encuentran que la desigualdad en la distribución de las labores del hogar entre hombres y mujeres se transmite de padres y madres a sus hijos (1).

Para llegar a este resultado, los autores usaron datos de una encuesta longitudinal de hogares en Rusia (2). En la encuesta le preguntaron a una muestra de parejas (padre y madre) durante los noventa cómo distribuían entre ellos las labores del hogar.

Luego, entre 2006 y 2009, se les hizo la misma pregunta a los hijos de estas parejas. Con estos datos, los autores muestran que entre mayor es la desigualdad en la distribución de las tareas del hogar en la casa de los padres, mayor es esta desigualdad en los hogares de sus hijos. Interesante, se encuentra que este impacto es más grande en los hogares de hijos hombres.

Además, los autores también encuentran que la cantidad de trabajo que se le asignó al hijo/hija en el hogar durante su niñez, no afecta dicha distribución en su hogar cuando es adulto.

Con estos resultados, los autores concluyen que las desigualdades de género en el hogar se transmiten entre generaciones y que esta transmisión se da por un proceso de “roles parentales” más que por la adquisición de hábitos en el hogar. En últimas, la cuestión es una transmisión cultural: si ves a tus padres leer, lo más probable es que tarde o temprano te guste leer.

Y aunque podríamos decir que culturalmente los rusos y los colombianos no tenemos mucho que ver (aunque después de leer Guerra y Paz, uno tiende a pensar que sí), pues no es difícil anticipar que lo mismo pasa en nuestro país.

Aunque no tenemos evidencia sobre este tipo de transmisión intergeneracional en Colombia, en un libro publicado recientemente y editado por Piedad Urdinola y Jorge Tovar (2) aparecen datos del mismo corte. De allí sabemos que las mujeres en Colombia dedican la mayor parte de su tiempo a labores del hogar, y que este tiempo es mucho mayor (respecto al que dedican los hombres) en hogares con niveles de educación bajo.  

El tema es pensar qué podemos hacer con esta evidencia. Alguna vez quise comentar algunas ideas al respecto en un curso (que no era sobre este tema) a mis estudiantes y, sin entender aún por qué, me gané un comentario de que no sabía nada de cuestiones de género. Puede que sea verdad, hay muchas cosas que todavía no entiendo al respecto. Pero bajo el riesgo de que me vuelvan a hacer el mismo comentario, un par de reflexiones.

Primera, los hombres deberíamos entender que, si no participamos en las tareas del hogar, nuestras hijas probablemente replicarán ese modelo en sus hogares ¿Es lo que queremos para ellas?

Segundo, tanto hombres como mujeres deberíamos entender que, como sugiere la evidencia mencionada anteriormente, no es suficiente con crear hábitos en los hijos, sino que hay que crearlos al interior de la pareja.    

(1) J. Ignacio Giménez-Nadal, Lucia Mangiavacchi, Luca Piccoli (2019). “Keeping inequality at home: The genesis of gender roles in housework”. Labour Economics 58, 52–68.
(2) The Russia Longitudinal Monitoring Survey.
(3) Time Use and Transfers in the Americas: Producing, Consuming, and Sharing Time Across Generations and Genders. Springer.

Es profesor asociado de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes. Estudió economía en la Pontificia Universidad Javeriana y se doctoró en economía en la Universidad Pompeu Fabra. Sus áreas de interés son economía política, la interacción entre partidos políticos, grupos de interés...