Por Juan Camilo Cardenas.
* Un agradecimiento a Marcela Escandon y Monica Pachon en Ciencia Politica y Congreso Visible en la U.Andes por sus aportes.
Por Juan Camilo Cardenas.
* Un agradecimiento a Marcela Escandon y Monica Pachon en Ciencia Politica y Congreso Visible en la U.Andes por sus aportes.
No sé si los lectores del blog han visto ya los tarjetones de las elecciones de Marzo, y en particular los de la circunscripción especial para indígenas y comunidades negras. Como votante me llamaron la atención una vez mas porque en el 2006 vi el mismo fenómeno: muchas mas listas para comunidades negras que para indígenas. En términos demográficos, hay mas o menos 3 personas de raza negra por cada indígena en los mas de 5.6 millones de Colombianos de estos dos grupos étnicos. Sin embargo las listas de circunscripción especial a la Cámara tienen este año 67 listas de comunidades negras y 6 listas indígenas, es decir, una razón de 11:1 frente a una relación demográfica de 3:1. Es mas, esa razón era de 4.5 listas de comunidades negras por lista indígena en las elecciones del 2006, o sea que el fenómeno está aumentando.
Reservar asientos en cuerpos legislativos de elección popular para grupos que han sido sub-representados históricamente ya tiene de entrada un debate interesante. Uno de los casos mas estudiados es el de buscar aumentar la representación de las mujeres en cuerpos locales o nacionales. En la India, por ejemplo, se han venido probando y evaluando los impactos positivos de reservar puestos para mujeres en los concejos locales. Un seguimiento a algunos de estos experimentos políticos sugieren un proceso de socialización y aprendizaje en el que la evaluación de los ciudadanos del desempeño de las mujeres en estos asientos reservados para ellas aumenta, bien por una corrección de falsos estereotipos o por un mejoramiento en las capacidades de liderazgo de estas mujeres. Chattopaday y Duflo (2004) también encuentran que a medida que las mujeres entran a estos puestos se van redireccionando las decisiones de inversión pública y política social a áreas de mayor prioridad para ellas como acceso a agua potable. A una escala internacional, Li-Ju Chen hizo un análisis de 103 países entre 1970 y 2006 con diversas formas de cuotas por género. Chen argumenta a partir de su análisis que un aumento de 1% en la participación de mujeres a nivel legislativo aumenta el gasto en salud y en gasto social en 0.18 y 0.70 puntos porcentuales del PIB.
Volvamos a las elecciones nuestras que se vienen. La responsabilidad de quienes salgan elegidos en la circunscripción especial, sean los que sean, es inmensa, para traer al legislativo no solo los intereses de sus grupos sino los intereses nacionales de al menos dos valores que sustentan esta figura de la Constitución: la diversidad étnica y cultural del país, y los territorios colectivos que contienen su diversidad biológica. Y vuelvo a traer a colación en este blog el trabajo de Elinor Ostrom (Nobel en economía, 2009) porque el octavo de sus principios de diseño de instituciones de auto-gobierno habla de la importancia de tener instituciones anidadas y en este caso organizaciones comunitarias de mayor escala que agremian o enlazan organizaciones de menor escala o mas locales. Aquí, creo yo, hay una diferencia interesante entre las organizaciones indígenas y las de las comunidades negras en el país y una posible explicación de la diferencia entre las pocas listas de los primeros y las muchas mas de los segundos.
Será una mejor estrategia, no solo electoral pero sobre todo política en el sentido puro de la palabra, salir con pocas o muchas listas para esa circunscripción especial? Ahi queda la pregunta para los estrategas políticos y electorales.