Por: Casi todos los blogoeconomistas.
Va una conversación reciente entre los blogoeconomistas:
-¿Si vieron lo que le pusieron a Jairo en su último blog? Dice un comentario: “Economistas de los Andes…castrados mentalmente, no tienen ni idea que la economía es una ciencia social…”. Y varios otros del mismo talante.
– Sí, pero es que también se le ocurre a Jairo comparar la metida de pata de Petro con una expropiación de Chávez…
– Pues a mí me pareció muy bien.
-¡A mí no! ahí ve.
-Ya, ya, pero es que una cosa es estar o no estar de acuerdo y responder con argumentos, y otra es irse por el camino fácil de responder con el cliché de que es “por Uniandino”. Valiente contribución al debate.
– Como si todos los Uniandinos pensáramos lo mismo, o viniéramos de las mismas escuelas de pensamiento. No pues, ahora nos va tocar ponerle al blog “El Tea Party Uniandino”.
– A no, carajo. A eso sí me niego. Yo más bien propongo Occupy la 72.
– Ahí está, mediemos y que quede “Occupy el Tea Party”.
-Y van a darnos palo porque siempre miramos a los del norte. Entonces Occupy el Tea Party: de la MANE en la BVC.
– ¡Tan chistosito! No, en serio, es que esos comentarios polarizan el debate alrededor de si somos “tira piedra” o “tira sparky” o “tira M&M”.
– O tira-cómica, porque ya nos empiezan a caricaturizar. Hay hasta término oficial para los que se dedican a caricaturizar blogueros en internet: los llaman “troll”.
– Pero troll-caricaturista al fin y al cabo es caricaturista. Y como toda caricatura tiene algo de verdad, pues me preocupa. Cuando leo sobre los “niños-uniandinos-neoliberales-gomelos-incapaces de entender la realidad-etc…” me quedo pensando que pueda tener algo de verdad.
– OK, pero leer un blog pensando en la caricatura del autor es como creer que el presidente Santos es el muñeco de caucho de la televisión. Grave error: el de caucho tartamudea menos que el de verdad.
– Pero volviendo a lo serio, creo que en lo que sí estamos todos de acuerdo es en que, aún si de verdad representamos sólo una parte del espectro ideológico, refutar ese segmento descalificándolo de entrada no aporta nada al debate.
-Sí, además estas discusiones ganan cuando se contra-argumentan las ideas, no cuando se descalifica a las personas.
– Sí, pero también insisto en que no todos los que escribimos en este blog pensamos igual. Lean los regaños que nos metemos unos a otros en los comentarios.
– Ahora sí nos pusimos todos de acuerdo.
– Sí.
– Sí.
– Sí.
– Sí.
– Yo ni siquiera estoy de acuerdo en que subamos esta entrada. Nos van a decir que tan llorones.
Estimados lectores: comenzamos el año resumiendo esta conversación, ante la preocupación de que en lugar de contribuir al debate el blog acabe contribuyendo a una polarización carente de argumentos. Esta preocupación surge de la cada vez más frecuente presencia de comentarios que tratan de refutar algún post con el argumento único de que viene de un profesor Uniandino. Nos invitamos y los invitamos a asegurarnos de debatir con argumentos en este espacio. También aprovechamos para remozar el espacio y hacer más visible la anotación importantísima de que nuestras opiniones no representan a la Universidad de Los Andes. De hecho, el autor de cada post está expresando opiniones personales, que en muchas ocasiones difieren de las opiniones del resto de nosotros. Esto nos ha enriquecido al interior de una profesión y de una academia que son más plurales de lo que algunos comentaristas han querido creer. ¡Feliz Año y en el debate nos vemos!