Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Preocupa que una persona que es líder de opinión, como lo es Matador, no entienda la responsabilidad que esto lleva en la construcción de una sociedad que está luchando por acabar la discriminación y las desigualdades. Preocupa que no se haya dado cuenta que estos actos refuerzan los estereotipos que por años han afectado a que las mujeres no tengamos los mismos derechos que los hombres. Preocupa que se pronuncie frente a un acto no menor para el mundo y por supuesto para las mujeres de una manera banal y poco crítica. Preocupa que tenga el privilegio de ser escuchado, apoyado y pueda alzar la voz y la use de esta manera irresponsable e incoherente con su trabajo.
Para nadie debería de ser un secreto que la desigualdad y la discriminación son unos de los principales problemas que sufre hoy en día el mundo, hacen parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenibe y de estos se desprenden la pobreza, la violencia y las guerras que no han cesado, sino que por el contrario sigue agudizándose en todo los rincones del planeta.
Por religión, cultura, color de piel, inclinación sexual, género o por pensar diferente siguen matando. Tanto hombres como mujeres sin importar en donde nacimos, pues no lo elegimos, llegamos a este mundo con etiquetas, cargados de sesgos y prejuicios que definen nuestros privilegios y también pueden definir nuestro actuar en la sociedad.
Por lo tanto, tener o no algunos privilegios por supuesto nos diferencia, pero nos diferencia aun más como utilizamos estos privilegios y que hacemos con ellos. Usar nuestros privilegios nos puede hacer personas indiferentes y poco empáticos frente a varias problemáticas sociales que no nos afectan. Como por ejemplo ser un hombre, blanco, de la ciudad, perteneciente a una posición sociaeconómica media-alta y quedarse callado frente a problemáticas que vivimos y sufrimos las mujeres, como son el acoso o la desigualdad de género. Pero es peor aún contar con las mismas características y usar ese privilegio para sumar al incremento de esta problemática.
Como es el caso del caricaturista del Tiempo, Matador. Una persona que no sólo es un caricaturista sino que también se ha convertido en un referente y lider de opinión, que cuenta con más de 730 mil seguidores en sus redes sociales, que influye en el pensamiento y elecciones de esta población y quien parece no ser consciente de su privilegio, pues el pasado 19 de octubre realizó una caricatura que ha casuado polémica por su sentido de machismo y ridiculización frente a un acto importante para las mujeres.
El hecho de escribir sobre este desacierto del caricaturista no es cuestionar ni condenar su misoginia ni machismo, evidente en su trabajo, pues no es la primera vez que representa en sus caricaturas su opinión frente a las mujeres. Sino es analizar la poca responsabilidad que los seres humanos tenemos en el momento de ejercer determinado poder o influencia sobre un grupo masivo de personas.
Preocupa que una persona que es líder de opinión, como lo es Matador, no entienda la responsabilidad que esto lleva en la construcción de una sociedad que está luchando por acabar la discriminación y las desigualdades. Preocupa que no se haya dado cuenta que estos actos refuerzan los estereotipos que por años han afectado a que las mujeres no tengamos los mismos derechos que los hombres y a que nos vean como seres humanos y no como objetos. Preocupa que se pronuncie frente a un acto no menor para el mundo y por supuesto para las mujeres de una manera banal y poco crítica. Preocupa que esta caricatura genere comentarios que avalen estas acciones y que se asuma como un acto menor, ya que no lo es. Preocupa que tenga el privilegio de ser escuchado, apoyado y pueda alzar la voz y la use de esta manera irresponsable e incoherente con su trabajo. Sin embargo, preocuparía mas que se haya dado cuenta de lo que esta caricatura implicaría y que con esta intención lo haya hecho. Por ahora es mejor no pensar de esta manera.
La libertad de expresión y sus posturas machistas no son parte del objeto de este artículo. Lo que me lleva a escribirlo es la necesidad de cuestionarnos ¿Cuál es el papel que juegan los medios de comunicación en la construcción de nuestro país? , ¿Cuál el de los infuenciadores o personajes públicos a los que seguimos y “admiramos”?, ¿A quién le estamos dando el poder de representarnos?. Ser lider de opinión o ejercer el liderazgo es adoptar un compromiso colectivo, es entender que lo que se dice y hace tiene eco en las personas que me escuchan, es ponerse unos zapatos que no ha todas las personas le combinan y mucho menos se amoldan a sus pies, por esta razón no le va bien a todo el los quiera usar.
El poder en la historia de la humanidad a demostrado que en las manos y cabezas equivocadas, egoistas y poco reflexivas han causado aterradores hechos que han retrocedido el camino hacia los derechos humanos. Hoy en día es evidente que el mundo no está en las mejores manos y es por eso que, desde estos poderes sedidos debemos de cuestionar a quienes los tienen y ejercer presión frente a su resposabilidad de ser escuchados, pues el asumir este papel implica hacerlo de la mejor manera posible.