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Al alcalde Peñalosa algunos le pueden criticar su arrogancia, otros pueden no estar de acuerdo con su obsesión por construir una ciudad del siglo 19, pero lo que no se le puede negar es su persistencia. Desde la campaña dibujó su modelo de ciudad y así lo está imponiendo con la complicidad del Concejo de Bogotá.
Al alcalde Peñalosa algunos le pueden criticar su arrogancia, otros pueden no estar de acuerdo con su obsesión por construir una ciudad del siglo 19, pero lo que no se le puede negar es su persistencia. Desde la campaña dibujó su modelo de ciudad y así lo está imponiendo con la complicidad del Concejo de Bogotá. Como se puede ver en la imagen que publicó en su cuenta de Twiter él tiene muy clara la ciudad que quiere construir. Y esto, al contrario de lo que haría un profesional en el tema, no lo discute con nadie.
El modelo de expansión que se plantea en el Plan de Desarrollo como la ‘Ciudad Paz’ o la ‘Ciudad Norte’ es lo que en urbanismo se denomina ‘ensanche’, y la imagen urbanística que quiere el alcalde es de interminables avenidas bordeadas por edificios similares a los que se construían en la Rusia Estalinista a lo largo de separadores verdes que él eufemísticamente llama ‘parques lineales’.
La idea aprobada en el Plan de Desarrollo es que Bogotá debe concentrar el crecimiento futuro en sus bordes. Esto crea una ciudad cada vez más grande y gorda que se va ensanchando y absorbiendo los municipios vecinos como Mosquera y Soacha. El ritmo es tan intenso que una pequeña reserva ambiental como la Van der Hammen es un obstáculo que debe ser arrasado y reemplazado por separadores en avenidas.
Ciudad Paz tendrá decenas de kms de corredores verdes con ciclorutas y espacios peatonales, seguros para los niños pic.twitter.com/hqyBZNfRXe
— Enrique Penalosa (@EnriquePenalosa) 2 de febrero de 2016
El ‘ensanche’ fue el modelo con el que se ampliaban las ciudades en el siglo 19. El caso más famoso y exitoso fue el de Barcelona. Solamente en España este modelo fue copiado por Madrid, Bilbao, Valencia, Pamplona y 15 ciudades más, la más reciente la ciudad de Elche en 1924. Ninguna de estas ciudades con más de 300 mil habitantes en el momento de su ampliación.
El ‘ensanche’ de Barcelona, resultado de un diseño urbanístico maravilloso del ingeniero Ildefons Cerdá, se planteó en 1850 para ampliar una ciudad de 187.000 habitantes. La ampliación se diseñó para 746 hectáreas por fuera de las murallas medievales. Hoy, en esa área viven alrededor de 263.000 habitantes.
Lo que es importante entender es que lo que funcionó bien en el siglo 19 no necesariamente es lo apropiado para el siglo 21. En la actualidad Barcelona tiene 1,6 millones de habitantes lo cual corresponde solamente al 32% de los 5 millones de habitantes de su área metropolitana. Esto indica que es una ciudad regional que no concentra su crecimiento en el casco antiguo sino que lo distribuye en una red de ciudades conectadas por eficientes sistemas de transporte público y privado. Exactamente lo mismo sucede con las ciudades más dinámicas y productivas del mundo. Hoy el urbanismo de avanzada se hace construyendo regiones.
El caso nuestro es lo opuesto. Bogotá y los 17 municipios de la Sabana tienen aproximadamente 9,3 millones de habitantes, pero sólo en Bogotá se concentra el 82% de la población. Y con la propuesta que le aprobó el Concejo a Peñalosa se va a concentrar más la población hasta absorber los municipios vecinos.
¿Los concejales que, siguiendo acuerdos políticos, le dieron visto bueno al Plan de Desarrollo serán conscientes de haber aprobado un modelo urbanístico que funcionó en el siglo 19 pero que hoy las ciudades son distintas? ¿Repetirán este error cuando el alcalde presente en los próximos meses el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) ?