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Petro entregó una ciudad con 85% más casos de hurtos al comercio de la que recibió en 2011. Claramente, esto tiene efectos adversos sobre la economía de la ciudad y la confianza de quienes están pensando en abrir un nuevo negocio.
Mi columna pasada fue una invitación a proteger de la delincuencia a los ‘héroes cívicos’ (los ciclistas). Hoy, la invitación es a proteger a otra población que también está siendo azotada por el crimen: los comerciantes. En 2011, último año del gobierno de Samuel Moreno y Clara López, se presentaron en Bogotá 3.173 casos de hurto al comercio. Petro se posesionó el primero de enero de 2012 y ese mismo año se presentaron 6.013 casos: un incremento alarmante del 89%. El año siguiente, este delito volvió a crecer y tocó techo: se presentaron 6.669 casos. En 2014, disminuyeron a 6.320 y finalmente en 2015, último año del gobierno Petro, el hurto al comercio disminuyó nuevamente hasta los 5.871 casos. Si bien el 2015 fue el mejor registro durante su mandato, Petro entregó una ciudad con 85% más casos de hurtos al comercio de la que recibió en 2011. Claramente, esto tiene efectos adversos sobre la economía de la ciudad y la confianza de quienes están pensando en abrir un nuevo negocio.
Las cinco localidades más afectadas por este delito en 2015, y que concentraron más de la mitad de los casos de la ciudad, fueron en su orden:
1. Suba: 839 casos. En 2011 ya era la localidad con más casos reportados (384) y durante los últimos 4 años crecieron en 118%.
2. Engativá: 727 casos. En 2011 era la quinta localidad con más casos (282) y desde entonces aumentaron en más de 150%.
3. Antonio Nariño: 570 casos. Su caso es dramático, pues en 2011 sólo se presentaron 94 casos y ocupó el puesto 14 entre las localidades del distrito. En tan sólo 4 años, los hurtos al comercio se multiplicaron por 6.
4. Usaquén: 516 casos. En 2011 era la segunda localidad más afectada con 319 casos. Aunque este delito creció en más de 60% durante el cuatrienio, lo hizo en menor proporción que el promedio de la ciudad.
5. Chapinero: 492 casos. Tuvo un comportamiento similar al de Usaquén, pues en 2011 reportaba 313 casos y era la tercera más afectada. El delito creció en 57% los siguientes 4 años, aunque en menor proporción que el promedio de la ciudad.
Otras localidades en las que el delito creció de forma desmedida fueron: Teusaquillo, donde los casos pasaron de 159 a 462 (191%), San Cristóbal, que pasó de 55 a 148 (169%) y Tunjuelito, de 62 a 142 (129%). Por último, cabe reconocer también a las administraciones locales, las comunidades organizadas y la policía de las cuatro localidades que, en medio de un panorama distrital adverso, lograron disminuir el hurto al comercio entre 2011 y 2015. En Ciudad Bolívar cayó 5%. En Santa Fe cayó 8%. En Barrios Unidos cayó 27% y la localidad pasó de ser la sexta más afectada a ser una de las localidades con menos casos. Y La Candelaria se mantuvo como la localidad urbana con la menor cantidad de reportes, disminuyendo además desde 46 casos en 2011 a tan sólo 16 en 2015. Los datos se basan en la respuesta a un derecho de petición que envié a la Policía.
Combatir el hurto al comercio es uno de los principales retos en seguridad que tiene la administración entrante. Los comerciantes piden patrullajes más frecuentes de los policías de su cuadrante, más cámaras y mejor iluminación en las calles. También se requiere una comunicación más fluida y colaboración eficaz entre la vigilancia privada y las autoridades. Es lamentable que, al igual que el hurto de bicicletas, el hurto al comercio tampoco haya sido incluido entre las prioridades del “Pacto por la seguridad” firmado por la Alcaldía Mayor y el Gobierno Nacional el pasado 19 de enero.
Foto de portada tomada de: http://www.pulzo.com/bogota/entre-supermercados-y-tiendas-de-barrio-9000-locales-son-asaltados-al-mes-en-bogota/118571