Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
Hace un año el grupo de investigación dirigido por Ricardo Morales en la Universidad de los Andes presentó los resultados de los estudios de exposición a contaminantes al interior de los buses de TransMilenio luego del reemplazo de flota. Esta semana, esos resultados fueron publicados en la revista académica “Environmental Science & Technology” (una de las revistas de mayor impacto “Q1” en ciencias ambientales, química y medicina, con 387 artículos citados 387 veces o más).
Nueva publicación, Ricardo Morales et al. @inguniandes en Environmental Science & Technology @ACSPublications
Reducción de exposición a contaminantes con el cambio de flota de @TransMilenio @Bogota @ECOPETROL_SA
-5x carbón negro
-4x material particuladohttps://t.co/ycL9grK1Uf pic.twitter.com/htEryC6XcG— Dario Hidalgo???????? (@dhidalgo65) March 29, 2022
El artículo científico replica los resultados conocidos hace un año, con el rigor de esta prestigiosa publicación, y presenta detalles sobre el proceso de toma de información y resultados. El cambio de 1.152 buses Diésel Euro II y III (puestos en marcha entre 2000 y 2004, algunos con cerca de 2 millones de kilómetros) por 1.441 buses Diélel Euro V con filtro DPF y buses de gas natural Euro VI resultó en una reducción de 80 % en la exposición de los usuarios a hollín (carbón negro) y 78 % en material particulado fino (PM2.5) frente a los niveles medidos en 2015 y 2017.

Estos dos contaminantes (carbón negro y PM2.5) son factores generadores de alta incidencia de enfermedades respiratorias y en el sistema cardiovascular, especialmente para población de riesgo: adultos mayores, niños y niñas, personas con asma y condiciones cardíacas y personas de bajos ingresos. La exposición a estos contaminantes durante los viajes en TransMilenio excedía la máxima dosis diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Los impactos no se limitaban al ambiente al interior de los buses; también afectaban a las personas a los lados de la vía, en las estaciones y en otros buses.
La campaña de toma de información fue muy intensa, con apoyo de equipos de medición sofisticados: muchos días y muchas horas en el sistema, en buses y estaciones con alta ocupación.

Para el análisis de los datos se usaron técnicas estadísitcas que permiten diferenciar los efectos de la exposiión al interior de los buses de variables como el nivel de contaminantes en el ambiente (a partir de la red de moniotreo de calidad de aire), el estándar de emisión de los bues, los kilómetros acumulados para cada bus y la ventilación (ventanas y ventiladores). Los resultados son muy sólidos.


Para ponerlo en términos coloquiales: nos estábamos envenando y el cambio de flota nos dio un gran respiro
Cabe anotar que ese cambio debía haberse iniciado en 2011, pero por diversos motivos la administración de Samuel Moreno/Clara Lópéz no inició los procesos de cambio. La administración de Gustavo Petro se vió forzada a extender los contratos y el kilometraje de los buses e intentó sin éxito un cambio de toda la flota a trolebuses y GNV, pero el proceso de Asociación Público Privada de iniciativa privada fracasó. Al final de 2015, TransMIlenio publicó prepliegos para cambiar los buses de Fase I por buses eléctricos, pero no abrió la licitación porque no tuvo el aval de la propia Secreatria de Hacienda frente a los riesgos financieros del cotntrato propuesto (y donde solo había un proveedor interesado, que aún no había desarrollado prototipos de buses bi-articulados y tenía muy poca experiencia con articulados).
La administración de Enrique Peñalosa revisó los avances y tomó la decisión de estructurar nuevamenta las licitaciones para el reemplazo de flota; para dar tiempo al proceso dio una nueva prórroga a los contratos de Fase I y Fase II, por lo cual algunas de las unidades superaron el millón y medio de kilómetros en casi 20 años de operación. Durante el proceso de preparación se discutió ampliamente el tema de emisiones de los buses: la presión de concejales y activistas llevó a la inclusión de preferencia para buses eléctricos y de gas natural, y la exigencia de filtors de partículas DPF para los buses diésel. La nueva licitación se adjudicó en 2018, con la mayoría de la flota GNV Euro VI. No hubo propuestas competitivas de vehículos eléctricos. Los nuevos buses empezaron a llegar en julio de 2019 y la implantación se completó en octubre de 2020.

Un resultado muy interesante, no divulgado el año pasado, es el de expsoción para distitnas tipologías de buses.
Los datos de las campañas de medición en 2020 muestran que la expsoción a hollín (carbon negro) y a material particulado (PM2.5) es mayor en los buses Euro II/III remanentes que en el resto de la flota. También muestra que si bien la exposición a estos contaminates es menor en promedio en los buses GNV Euro VI que en los buses Diésel Euro V con fitro DPF, la diferencia entre medias no es significativa. Es decir, no se puede afirmar categóricamente que los buses de gas son superiores a los de Diésel con dispositivos de control de emisiones (Euro V con DPF).

La ventaja de los buses de gas en este aspecto, que era notable en 2016, ya no es tan clara en 2022. De hecho, ahora que ya es posible contar con buses Diésel Euro 6, no existe diferencia efectiva entre las tecnologías (lo cual es el propósito de los estándares europeos Euro, que limitan las emisiones de tubo de escape sin importar que combustible se usa). Pruebas nuevas de material particulado en la nueva flota del sistema zonal confirma estos resultados de exposición: la diferencia entre Diésel y GNV Euro VI no es perceptible.

Conclusión
El cambio de flota de TransMilenio era urgente desde 2011, pero no fuimos capaces de lograrlo hasta 2019. La reducción de exposición de pasajeros, conductores y trabajadores de estaciones a contaminantes dañinos para la salud es, en palabras del profesor Ricardo Morales, desproporcionada.
El análisis realizado por los investigadores de la Universidad de los Andes, la Salle y Ecopetrol es de muy alta calidad científica y merece elogio. Muestra que el cambio tecnológico logra mejoras sustanciales rápidamente y resalta la necesidad que los procesos de licitación incluyan incentivos a flotas más limpias, inclusive de cero emisiones de tubo de escape. Siempre es posible hacer las cosas distinto y mejor, y siempre hay limitaciones de recursos y oportunidad. Lo importante en este caso es que se corrigió un tema que afectaba gravemete la salud de 2,4 milloens de pasajeros cada día.
Afortunamente las tecnologías de bajas emisiones ya están disponibles y su diferencial de costo no es alto. En las condiciones de 2022 ya no es posible discernir ventajas comparativas del GNV sobre el Diésel Euro VI, y ya no hay barrera para el suministro de Diésel de ultrabajo contenido de azufre gracias a las exigencias realizadas por el gobierno nacional y a las inversiones de Ecopetrol.
Por supuesto, hay que seguir avanzado a tecnologías de cero emisiones de tubo de escape. Sin embargo, parece importante mantener competencia entre tecnologías para reducir costos de adquisición, que afectan tanto la tarifa como el gran déficit del sistema bogotano. Bogotá ya decidió que todas sus nuevas licitaciones serán de buses eléctricos (se permiten otras tecnologías si las licitaciones salen desiertas). Por supuesto, los buses eléctricos deben recibir incentivos, pero no hay motivos ahora para diferenciar GNV de Diésel si se trata de Euro VI.
El logro de Bogotá es notable y se debe al esfuerzo del equipo en la administración de Enrique Peñalosa, continuado por el equipo en la administración de Claudia López, así como los contratistas y proveedores que asumieron los retos en toda la cadena de valor. Durante este mes ya contaremos con más de 1.000 buses eléctricos en Bogotá, y pasamos al primer lugar en ciudades con e-buses fuera de China. Es afortunado construir sobre lo construido.
Inauguramos 406 buses nuevos 100% eléctricos y el patio más grande de LatinoAmérica para este tipo de buses. El 5 de enero de 2021, en medio de la pandemia, anunciábamos que llegábamos a 1.485 buses adjudicados, de esos, hoy ya tenemos 1.061 buses 100% eléctricos rodando. https://t.co/3luNlH10Bm pic.twitter.com/OxST2ggJNa
— Felipe Ramírez (@felipe_ramir) March 31, 2022