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El Bronx, Cinco Huecos, San Bernardo, El Amparo, son solo sitios de distribución en pequeñas cantidades para barrios circunvecinos. La pregunta es ¿Quién está manejando el negocio de las drogas en Bogotá?
El mes pasado el Fiscal, el alcalde de Medellín y los comandantes de la Policía Metropolitana y la IV Brigada presentaron los resultados de una investigación que llevó a desmantelar una importante red criminal dedicada a la producción, embalaje, transporte, almacenamiento y comercialización al por mayor y al menudeo de marihuana en el país. Esta operación se llevó a cabo en los departamentos de Cauca, Valle, Llanos Orientales y Bogotá, donde se capturaron a los miembros de la organización denominada “Los reyes de la Marihuana”.
Lo importante de esta operación radica en que se trabajó sobre todos los eslabones de la cadena criminal del narcotráfico, comenzando por el cultivo de la marihuana en invernaderos, donde trabajan familias y comunidades de los municipios de Miranda, Toribío, Corinto en el Cauca, quienes embalan la mercancía que es transportada en tractomulas hasta Medellín, Bogotá y otras ciudades del país, donde se almacena en zonas de estrato cuatro en delante, para luego ser distribuida en el mercado interno, una parte, y otra exportada vía aérea y marítima.
Cabe anotar, que en el mes de noviembre del 2016 El Colombiano elaboró una investigación sobre la producción y comercialización de la marihuana conocida como “Cripa”, que contó con la información que manejaban los organismos de inteligencia e investigación criminal de la Policía Nacional. Un video que muestra cómo esta nueva variedad de marihuana era comercializada en Medellín a través de tres estructuras criminales, Los Trianon que tienen presencia en Sabaneta y Envigado, La Terraza en la parte Nororiental de Medellín y Los Chatas en Bello (Ver “Cripa, la joya del microtráfico”)
La forma como se adelantó la investigación que lideró la Fiscalía, debería replicarse en otras partes del país. Es casi seguro que las drogas no llegan a Bogotá y otras ciudades kilo a kilo, sino que ingresan por las vías principales desde los sitios que se producen, toneladas que son transportadas en camiones y tractomulas, camufladas entre alimentos y otros productos, una parte se queda en la ciudad y almacenada lejos de los lugares donde se distribuye, otra, sigue su camino hacia otras ciudades o hacia el exterior.
Es claro que el Bronx, Cinco Huecos, San Bernardo, El Amparo, entre otros, son solo sitios de distribución en pequeñas cantidades para barrios circunvecinos. La pregunta es ¿Quién está manejando el negocio de las drogas en Bogotá? No son los “Ganchos”, ni los “Sayayines” de las plazas de vicio, estos son solo el eslabón más bajo de la cadena criminal. Hay que pasar de las “ollas” a las verdaderas estructuras criminales que manejan a nivel regional este y otros negocios ilegales.
Igual trabajo hay que hacer con el robo de celulares, que según la Fiscalía en 2017 se denunciaron solo 54.559 casos, cifra que representa una décima parte de este delito. Es decir, el año pasado se robaron más de medio millón de celulares, muchos de los cuales son reempacados, exportados y vendidos como nuevos en otros países. Cadena criminal que comienza con el hurto, sigue con la receptación, almacenamiento, embalaje y proceso de exportación hacia otros países en grandes cantidades, donde seguramente participan funcionarios corruptos. Igual, en Colombia se deben estar recibiendo y vendiendo celulares robados en otros países.
También sucede con el robo de autos, motos, autopartes y otros productos que se hurtan y se venden en países de la región como nuevos. Crimen organizado que no tiene fronteras, ni tratados comerciales explícitos.
Trabajo en equipo permanente entre los organismos de Inteligencia e investigación criminal y expropiación de los bienes de los delincuentes, con la participación del Ministerio de Hacienda, se impone para atacar estas mafias y mejorar la seguridad de los ciudadanos.