Este es un espacio de debate que no compromete la opinión de La Silla Vacía ni de sus aliados.
La propuesta para reemplazar el actual Plan de Ordenamiento de Bogotá (POT) que está tramitando la alcaldesa Claudia López en el Concejo Distrital tiene opositores y críticos en la academia, entre políticos y gremios, pero, sobre todo, en organizaciones comunitarias. Aún así, lo aseguran ella y los allegados a su administración, va a ser aprobado muy rápidamente.
León Tolstoi, el famoso escritor ruso, no estaría de acuerdo.
Según el comienzo de su novela “Ana Karenina”, el POT está muy lejos de ser aprobado porque, como lo explica Tolstoi, no cumple con los requisitos mínimos para que un matrimonio sea feliz.
Esta historia comienza con Jane Jacobs (1916-2006), una de las defensoras más exitosas de conservar el carácter de las ciudades y sus barrios. Con el libro “Muerte y vida de las grandes ciudades americanas” (1961), la señora Jacobs paró la moda de los grandes proyectos inmobiliarios de gigantescas torres anónimas e hiperdensidades que estaban destruyendo la escala y el carácter urbano de Nueva York, su ciudad favorita.
Varios historiadores consideran que posiblemente este es el libro de mayor impacto en el urbanismo contemporáneo. Con él, Jane Jacobs logró salvar barrios valiosos para sus comunidades y además obligó a que los constructores y las grandes corporaciones financieras no solo pensaran en sus utilidades sino en la calidad de la ciudad que estaban construyendo.
Pero el tiempo pasa y 43 años más tarde, en 2004, Jane Jacobs publica su último libro: “Dark Age Ahead”, en el que vuelve a advertir sobre el peligro en el que está nuestra cultura y obviamente las ciudades. El riesgo lo percibe en la decadencia de la familia, las comunidades, la educación superior, la ciencia, la tecnología; en los malos gobiernos y en la incapacidad para autorregularnos. Todos son indicadores de declive que actúan al tiempo y deben ser atendidos.
En su libro, terminado dos años antes de morir, Jane Jacobs menciona, como referencia esencial para sus reflexiones y advertencias, el libro de Jared Diamond “Armas, gérmenes y acero”.
Y aquí llegamos a León Tolstoi. Diamond dedica el capítulo nueve de su libro al “Principio de Ana Karenina” según el cual, para que un matrimonio sea feliz, se necesita que funcionen simultáneamente varios aspectos. Enumera: sexo, acuerdos sobre el manejo de la plata, educación de los hijos, religión y relación con los familiares. Si no funciona uno de estos aspectos el matrimonio falla, aún si los demás son exitosos.
Diamond también utiliza este principio para explicar por qué hay animales que no se han podido domesticar en los miles de años de evolución que llevamos en la tierra. Dice que aunque funcionen la mayoría de los factores, la falla de uno solo ha hecho imposible domesticar 134 especies de 148 que incluyen grandes animales herbívoros. El mejor ejemplo es la cebra. Los factores que enumera y que deben funcionar simultáneamente son: dieta, crecimiento, reproducción en cautiverio y disposición hacia los humanos.
Exactamente lo mismo, sospecho, dirían Tolstoi y Diamond del POT del “Reverdecer” que se está proponiendo para Bogotá. En el nuevo POT hay factores ambientales, de movilidad, cuidado, participación, región, protección de moradores y norma urbana. Pero para que sea exitoso se necesita que todos los factores funcionen. No es suficiente que funcionen uno o dos.
En el matrimonio, si falla un factor falla todo. En el nuevo POT, todos sabemos, hasta sus defensores, que fallan varios factores. En realidad, la mayoría.