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Los huecos de las calles bogotanas son un tema prioritario en la agenda pública. Todas las administraciones, desde que me acuerdo, tiene un plan “tapa-huecos” y asignan recursos importantes, aunque insuficientes hasta ahora, para enfrentar el lío. El 5 de marzo se lanzó la campaña “Por una Bogotá Sin Huecos”, que espera eliminarlos de la malla vial principal. Que así sea.
Los huecos de las calles bogotanas son un tema prioritario en la agenda pública. Todas las administraciones, desde que me acuerdo, tiene un plan “tapa-huecos” y asignan recursos importantes, aunque insuficientes hasta ahora, para enfrentar el lío.
Hasta 2014, Bogotá Cómo Vamos incorporaba en la encuesta de percepción ciudadana un par de preguntas sobre las vías. La respuesta no cambiaba año tras año: sólo 13% de las personas estaban satisfechas con el estado de la malla vial, sin importar quien fuera el alcalde. Existían eso si grandes contrastes entre localidades: 8% en el occidente, 9% en Ciudad Bolívar y Bosa, 10% en el centro, 13% en el sur, 21% en Chapinero y 23% en el norte. Al preguntar por las vías del barrio, la respuesta subía a 44% de satisfacción (con variaciones similares por zona de Bogotá).
Imagen: Encuesta de Percepción Ciudadana 2014, Bogotá Cómo Vamos
Bogotá Como Vamos también preguntaba cómo mejorar la movilidad, y en 2014 y 2015 la alternativa principal era “arreglar las vías” (seguida por “hacer un metro”). Esta percepción está muy arraigada entre los bogotanos. Y no les falta razón. Los huecos ayudan al trancón, sobre todo en las intersecciones que quedan bloqueadas con el tránsito lento de los vehículos para despejar. Los huecos también generan incidentes, de vehículos que frenan o hacen maniobras bruscas. Son especialmente peligrosos para motociclistas y usuarios de bici. Y son culpables de daños a rines y suspensiones, especialmente en épocas de lluvia, ocultos por los charcos.
Imagen: Encuesta de Percepción Ciudadana 2015, Bogotá Cómo Vamos
Si bien la tapada de los huecos no es la solución estructural a la movilidad, que va más por la mejora y expansión de TransMilenio, la construcción del metro, la adecuación de ciclorrutas, y el manejo de la demanda de viajes con cobros de estacionamiento y congestión; si hace parte de la tarea que nos toca. Es simple: la infraestructura básica que ya tenemos debe estar bien, antes que pensar en nuevas grandes obras. Y si no la arreglamos, no sólo afectamos a los usuarios de múltiples formas; también nos cuesta más llevarla a buen estado de mantenimiento. Es más barato mantener que rehabilitar. Si no mantenemos a tiempo, el costo de reconstrucción es varias veces mayor.
Las estadísticas del estado de la malla vial, escrupulosamente recolectadas cada seis meses por el IDU (ver Malla Vial Urbana), muestran que hemos progresado, pero aún nos falta. En Bogotá hay 15,557 kilómetros-carril de vías, suficiente para ir y volver a Barranquilla por tierra 8 veces. El último reporte disponible, del primer semestre de 2016, indica que 45% estaba bueno, 21% regular, y 34% malo Esto es un progreso de los valores de 2004 con 29% bueno, 24% regular y 47% malo, pero menor a 2012, cuando el inventario indicaba que el 59% estaba en buen estado (cayó a 40% el año siguiente).

Fuente de Datos: IDU y Cámara de Comercio de Bogotá, Observatorios de Movilidad
La malla vial en mal estado se concentra en la malla vial local y en las localidades más pobres en la periferia de la ciudad. El informe del primer semestre de 2016 indicaba que las vías locales en mal estado correspondían al 49% del total (4,031 km-carril de 8,286 km-carril de vías barriales). La situación es especialmente grave en Bosa (74% de vías locales en mal estado), San Cristóbal (65%), Ciudad Bolívar y Bosa (57% en ambas localidades).

Llevar la malla vial de Bogotá a buen estado en un 100% costaba 10 billones en 2009 (cuando 38% estaba en mal estado). A precios de hoy esto es más de 11,3 billones, o 1.25 veces el valor estimado de la primera línea del metro. Es un esfuerzo bien grande el que hay que hacer para lograr ese 100%. La meta del Plan Distrital de Desarrollo es avanzar de 44% en buen estado en 2015 a 50% para 2019. En un semestre se avanzó 1%.
Desde el Lunes 5 de Marzo pasado, el IDU y la Unidad de Mantenimiento Vial lanzaron una campaña de choque “Por una Bogotá Sin Huecos” con una inversión de $88,000 millones. La meta es atender 113 corredores viales de la Malla Vial Principal (excluyendo las troncales donde hay TransMilenio). En 10 meses esperan tapar más de 40 huecos diarios. A este esfuerzo se suman labores de mantenimiento de barrios, de malla vial intermedia y troncal. Es una buena noticia que dos contratos de reparación de la malla vial principal estén en marcha. Aspiro que la meta del plan de desarrollo sea cumplida con creces.