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De cara a las elecciones de octubre próximo, vale la pena analizar las condiciones de gobernabilidad con las que cuentan las administraciones locales en el Atlántico.

Desde hace algunas décadas, Barranquilla se ha consolidado como la principal ciudad del caribe colombiano y una de las más importantes a nivel nacional, al tiempo que el Departamento del Atlántico viene mostrando buenos resultados en las diferentes mediciones de la gestión territorial.  

De cara a las elecciones de octubre próximo, vale la pena analizar las condiciones de gobernabilidad con las que cuentan las administraciones locales en el Atlántico. En ese sentido, el Observatorio de Gobernabilidad Local de la Uninorte viene trabajando en la construcción de espacios de interlocución y diálogo alrededor de este tipo de temas, de modo que la ciudadanía y sus líderes tengan a su disposición insumos al momento de tomar decisiones.

 

El Índice de Gobernabilidad Local

Este índice, es un instrumento analítico que tiene como propósito realizar seguimiento a las condiciones de gobernabilidad, ofreciendo así, una visión relacional y operativa de las capacidades de las administraciones para materializar decisiones de política pública, permitiendo llevar a cabo análisis comparativos en clave territorial y/o municipal.

En ese sentido, gobernabilidad local se entiende como la capacidad de los gobiernos y administraciones locales para implementar sus planes y políticas públicas en su territorio, dando respuesta de manera eficaz y eficiente a las demandas sociales. Igualmente, comprende la manera como la ciudadanía elige y legitima sus autoridades. De tal forma que, para cumplir con estos fines, las administraciones y gobiernos locales ejercen los monopolios de la tributación, justicia y violencia, a través de sus instituciones.

El índice está compuesto por cuatro variables, que son: Medición de Desempeño Municipal, Índice de la Justicia Local, Participación Electoral y Estabilidad Gubernamental. Así mismo, se consideraron factores de riesgo por violencia como variable de análisis de contexto. Al realizar la medición, las entidades territoriales son clasificadas de acuerdo con las siguientes categorías: Alto, Medio Alto, Medio Bajo y Bajo.
 

Resultados del índice para en el Atlántico

Lo primero que se identifica al observar los resultados del índice para el Atlántico, es que el Departamento posee un índice de gobernabilidad media alta. Sin embargo, los municipios ubicados al norte del departamento, presentan mejor resultado que aquellos localizados en la zona sur. Además, de los 23 municipios, solo Barranquilla, Puerto Colombia y Malambo se ubican en categoría alta y, más de la mitad de los mismos se encuentran en categoría media baja y Sabanagrande fue el único municipio que se ubicó en categoría baja.

Estos resultados, confirman la importancia de Barranquilla y su área metropolitana en los indicadores del Departamento, esto teniendo en cuenta que existe una concentración poblacional en la ciudad de Barranquilla, donde se concentra alrededor del 50% de la población del Departamento, y si se incluye el resto de municipios de su Área Metropolitana (Soledad, Malambo, Puerto Colombia y Galapa), el porcentaje es del 80% aproximadamente.

Ahora bien, al observar la medición, es posible afirmar que la variable que determinó la categorización de los municipios fue la Medición de Desempeño Municipal, puesto que el comportamiento de las variables restantes del índice es bastante homogéneo. En otras palabras, así como la variable de Justicia local registró puntaje medio generalizado, las variables de Participación electoral y Estabilidad gubernamental presentaron resultados altos en la mayoría de los municipios.

Por el contrario, la Medición de Desempeño de los municipios del Atlántico es baja y fluctúa de unos municipios a otros, lo cual se evidencia en que sólo 8 muestran un desempeño medio y alto en este aspecto, mientras que los 15 restantes registran desempeño municipal bajo, lo cual significa que poseen problemas al momento de gestionar sus recursos y ejecutarlos con el propósito de brindar servicios básicos y garantizar oferta pública a los ciudadanos.  

Al observar los anteriores resultados, es relevante comprobar si este comportamiento guarda relación con dinámicas territoriales, razón por la cual el análisis será expuesto teniendo en cuenta la estructura subregional del departamento.

En ese entendido, dentro de los municipios con MDM bajo, encontramos aquellos que integran las subregiones sur y oriente del Atlántico, específicamente Campo de la Cruz, Candelaria, Manatí, Repelón, Santa Lucía, Suan, Palmar de Varela, Ponedera, Sabanagrande y Santo Tomás, cuyo desempeño dentro del componente de gestión es bajo, debido a que su movilización de recursos es casi nula y su recaudo por instrumentos de ordenamiento territorial es muy bajo.

No obstante, el componente de resultados y el subcomponente de ejecución de recursos son relativamente altos. Lo anterior, puede deberse a que varios de los municipios de esta subregión, han presentado problemas con la certificación para prestar servicios públicos, como educación y salud, por ende, ha sido la administración departamental quien ejecuta esos recursos. Ejemplo de esta situación es que, según información de la plataforma Datos Abiertos, para el año 2016, la prestación del servicio educativo en 14 de los 23 municipios que componen el departamento, es ofertado por la gobernación. Dicha entidad implementa todos los procesos de gestión de cobertura educativa, es decir, ejecuta todas las estrategias necesarias para garantizar el acceso y permanencia de los educandos en el sistema educativo oficial.

Dicha situación trae como consecuencia que, en cifras, los municipios estén mostrando resultados favorables, sin embargo, estos no corresponden a su propia gestión, sino al trabajo de la administración departamental.

Cabe resaltar, que los municipios que componen estas dos subregiones comparten características muy significativas, una de estas es el bajo potencial geográfico para articularse de forma asertiva tanto al interior como con su entorno, de modo que se logren las transformaciones requeridas para un desarrollo sostenible (DNP, 2015). Dentro de las razones que justifican esta condición se encuentra que, los municipios poseen escasa pertenencia a cascos urbanos, débil crecimiento poblacional y niveles medios de ruralidad; ralentizando los procesos de desarrollo y en detrimento de la calidad de vida de los habitantes y disminuyendo los niveles de competitividad.

Es importante rescatar que la subregión Oriente alberga el municipio de Sabanagrande, cuyo comportamiento no es distinto a sus vecinos, excepto en el puntaje medio que este adquirió en la variable de estabilidad gubernamental. Esto debido a la suspensión provisional que se le impuso al alcalde en el mes de julio, resultado de las investigaciones disciplinarias adelantadas en su contra.

La subregión del Centro (Baranoa, Luruaco, Polonuevo, Sabanalarga, Usiacurí) se comporta de una forma parecida a las dos anteriores. Además, dentro de la subregión, el municipio de Baranoa obtuvo el puntaje más alto, según el índice, debido a su resultado en la Medición de Desempeño Municipal. En ese sentido, Baranoa obtuvo mejores resultados en el componente de gestión, ya que recaudaba más dinero por los instrumentos de ordenamiento territorial e implementaba de mejor forma las estrategias para un gobierno abierto y transparente (DNP, 2016).

La subregión costera, integrada solo por tres municipios (Juan de Acosta, Piojó y Tubará), evidencia un resultado ligeramente superior a las anteriores subregiones, producto de su desempeño municipal medio, ya que cuenta con mejores indicadores dentro del subcomponente de gestión, consecuencia de avances en la movilización de recursos propios y recaudo por instrumentos de ordenamiento territorial (DNP, 2016).

Por último, encontramos la subregión Metropolitana integrada por los municipios de Barranquilla, Galapa, Malambo, Puerto Colombia y Soledad cuyo desempeño alto, tanto en el Índice de Gobernabilidad, como en la variable de Medición de Desempeño Municipal, podría responder a su capacidad para recaudar más recursos por instrumentos de ordenamiento territorial y de movilizar recursos propios, dependiendo menos del Sistema General de Participaciones. (DNP, 2016).

Cabe resaltar que no todos los municipios que integran el Área Metropolitana, gozan de la misma capacidad para captar ingresos propios, como son los casos de Malambo y Soledad, que en el subcomponente de movilización de recursos ambos municipios se ubican en un 17,63% y en un 17,53% respectivamente, mientras que sus municipios contiguos recaudan entre un 48,58% y un 75,82%. (DNP, 2016).

Lo anterior, da lugar a afirmar que, si la asociación de municipios se gestionara de forma conjunta y planificada, el desempeño de los municipios que la integran fuese más uniforme, debido a que en la actualidad solo dos (Barranquilla y Puerto Colombia) de los cinco municipios que pertenecen a esta entidad, poseen resultados positivos comparativamente hablando.

Por otra parte, según datos del DNP para el 2016, el subcomponente de recaudo vía instrumentos de ordenamiento territorial de los municipios de la subregión metropolitana es medio, ya que sus porcentajes de cobro oscilan entre el 40,36% y el 57%, siendo un caso atípico Soledad cuyo recaudo es del 30,94%, consecuencia quizás de la gestión en el cobro a los contribuyentes.

Conclusiones y recomendaciones finales

Si bien, el desempeño del Atlántico con respecto a gobernabilidad local es medio, como consecuencia de buenos resultados en variables como estabilidad gubernamental y participación electoral, estos resultados se dan en el marco de alertas por riesgos electorales, identificadas y señaladas por la MOE en el calendario electoral para los años 2015 y 2016, y que deben ser tenidos en cuenta, toda vez, que podrían verse comprometido el ejercicio democrático.

De este modo, municipios como Piojó, Juan de Acosta, Ponedera, Tubará y Campo de la Cruz presentan riesgo por coincidencia de factores indicativos de fraude y trashumancia electoral. A su vez, Barranquilla, Candelaria, Galapa, Malambo, Ponedera y Santa Lucía, evidencian riesgo por corrupción y constreñimiento al sufragante. Lo anterior vislumbra las condiciones de la participación electoral del departamento y el contraste entre la alta concurrencia a las urnas y la existencia de riesgo electoral.

Por otro lado, el análisis subregional de los resultados permite afirmar que los esquemas de asociación, podrían contribuir con el mejoramiento efectivo y eficiente de las problemáticas que afectan a las subregiones del Atlántico, ya que este sistema promueve la articulación de las estrategias individuales que se encuentren ejecutando las administraciones locales y las transforma en planes y programas mucho más factibles a corto y mediano plazo.

Finalmente, cabe resaltar que, al implementar esquemas asociativos, los municipios en conjunto pueden impulsar planificaciones integrales a largo plazo, con el objetivo de afrontar colectivamente la débil capacidad de recaudo monetario que caracteriza a más de la mitad de estas entidades, dando lugar a que, a través de proyectos de inversión llamativos para otros actores, tanto públicos como privados, se puedan desarrollar actividades económicas que ayuden a fortalecer la movilización de recursos propios por parte de las administraciones locales.

En la elaboración de este análisis participaron igualmente, los miembros del Observatorio de Gobernabilidad Local, Isis De La Rosa y Alberto Mercado, estudiantes de Ciencia Política y Gobierno de la Universidad del Norte.

 

*Si desea revisar el informe completo, los puede consultar en aquí

*Infografía aquí

 

Doctor en Derecho Público, Universidad de Grenoble (Francia). Máster en Derecho Público con énfasis en Administración Pública, Derecho y Territorio, Universidad Pierre Mèndes France (Francia). Profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte...