3827094934001_5141992869001_260916-alaoraws.jpg

La Mística e impulso de un canto pudieron más que la Marca publicitaria del Sí y el perdón errático de Timochenko.

Hace 500 años
sufrimos este gran terror.
Pedimos a los violentos
no más repetición.
Alabaoras de Bojayá

 La Mística e impulso de un canto pudieron más que la Marca publicitaria del Sí y el perdón errático de Timochenko.

Los integrantes de la fundación del premio Nobel de la Paz tal vez no entendían que una sociedad tan sufrida como la colombiana —pródiga en talento y creatividad, en especial en las áreas más deprimidas de la población y representada de ejemplar manera en las Alabaoras de Bojayá—, no haya apoyado el Plebiscito, sin necesidad de campañas publicitarias equívocas.

Esta figura jurídica alterada semánticamente como PlebisSito, con una S, hacía pensar que el Gobierno estaba cometiendo severos errores en lograr una Pedagogía clara del Acuerdo, manejando la figura del plebiscito como una marca publicitaria cualquiera.

Es cuando irrumpe el “Cántico Iluminado” de las Alabaoras con un mensaje poderoso, claro contundente, a todos los actores involucrados en el conflicto, y logra lo que la Cacofonía del Sí/No no pudo lograr: exigir respeto, memoria, dignidad, paz para las Víctimas.

La sociedad colombiana no acudió masivamente a votar el plebiscito ni por el Sí, ni por el No. Había una real incertidumbre después de la ceremonia de Cartagena.

Las Farc, con su discurso errático alterando la idea del perdón y el lenguaje, como si en esta tierra de poetas y escritores no se entendieran conceptos vagos y difusos, y el Gobierno celebrando la firma de un acuerdo que no había sido refrendado en las urnas, congelaron la Fe del Sí y propiciaron las razones, dudas y miedos del No.

Analistas interesantes como Catalina Botero, Juanita León y Francisco Barbosa advirtieron sobre ciertos puntos farragosos del acuerdo.

Las Farc y sus arrogantes inamovibles, apoyados en la esencia política de su lucha, sus víctimas y su credo estalinista, deben reconocer que tanto el Gobierno, la sociedad colombiana, su juventud y sus marchas, como la comunidad internacional, han sido en extremo generosas.

Les toca aprender a Dar y Ofrecer, ahora Sí, elementos razonables y un discurso acorde con las exigencias del cambio que requiere Colombia para que, sin Dilaciones, nuevos enfrentamientos y debates interminables e ilógicos, Colombia retome la senda correcta de la negociación.

El Nobel al presidente Santos es un gran triunfo de los Humildes y Pobres de Colombia, que deben salir de 100 años de Olvido para que no muera su creatividad gracias al Hambre y la corrupción, y siga el Arte, la poesía, la filosofía, las ciencias y la Fe, surcando los Mares, Montañas y Ríos de Colombia en un espacio en que quepamos todos y donde Nadie se atribuya poderes para restringir la Libertad y el pensamiento.

Gracias, queridas y adorables Alabaoras de Bojayá: con su canto pudimos vernos en el espejo de nuestros horrores e indiferencia, y reconocer que el Alma de Colombia, aún Inmadura, empieza a elevarse hacia mejores Cielos.

Caribe de Colombia.
Cánticos de la Alabaoras de Bojayá
(Selección)

Santa María danos la paz.
Queremos justicia y paz
que venga de corazón
pa que llegue a nuestros campos
salud, paz y educación.
Santa María danos la paz.
Presidente Santos venimos a felicitar
por su grande valentía
de trabajar por la paz.

Poetisa. Ensayista.Licenciada en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, España, filosofía e historia del arte.Especialidad: Literatura Inglesa.Rusa.